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norMas generales de redacción
que este signo alcanzaría en el futuro . Más de cuatro siglos y medio después (en 1972) Ray Tomlinson lo empleó para enviar el primer co- rreo electrónico; lo eligió porque era un símbolo que, por su forma tan singular, no aparecía en las palabras . Pero si la grafía @ con su valor cibernético es patrimonio universal, sus denominaciones son diversas: at (alguien que se encuentra en algún sitio) y commercial A en inglés, arroba (antigua unidad de medida de peso, algo más de 11 kilos) en español y portugués, chiocciolina (gusanillo) en italiano, petit escargot (pequeño caracol) en francés, klammenraffe (mono araña) en alemán, etc .
La intuición del ingeniero informático Ray Tomlinson ha tenido buena acogida . Con ser una “letra”, no es una letra como las demás . Es un signo no ambiguo . Es una inequívoca señal de discriminación local . En el co- rreo electrónico la @ es el vínculo universal entre destinatario y dirección . Su aportación original comunicativa es la simultaneidad de conexión y separación . La @ une y separa a la vez: ese es su valor .
Actualmente se han difundido tres extensiones:
1 .- La que se emplea como signo único de género gramatical . Esto ocu- rre en los adjetivos dicatalécticos, que son aquellos que disponen de dos formas para expresar la oposición masculino / femenino; ejem- plos: querido y querida > querid@, contento y contenta > content@ . Es la forma con la que se pretende neutralizar la oposición masculi- no/femenino . La propusieron y la sostienen, como arma de comba- te, quienes opinan, desde el feminismo, que es una discriminación sexual el empleo de la forma del género masculino para designar a mujeres y hombres; con este signo —afirman— se elimina esta discriminación negativa de la mujer en el lenguaje, pues es un signo que no es ni masculino ni femenino, sino mixto . No siempre se em- plea con ribetes feministas; a veces se utiliza por cortesía . Hay que señalar que, en todo caso, la @ trata de neutralizar los dos géneros, no las dos grafías –o y –a; estas dos son las que con más frecuencia representan, respectivamente, el masculino y el femenino, pero no las únicas: así, la @ se emplea para neutralizar tanto la oposición o/a (satisfechos y satisfechas: satisfech@s) como la oposición e/a (depen- dientes y dependientas: dependient@s) .
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