Aunque es una especie invernante que se ve con frecuencia por los alrededores (en balsas de riego y volando entre o hacia ellas), mentiría si la incluyera en mi lista de observaciones estrictamente domésticas. Por suerte mi cuñada, observadora atenta de la fauna urbana, me envió ayer la foto sobre la que he hecho este apunte. El encuentro con las Garzas reales (Ardea cinerea), una especie en franca expansión en Europa, no es infrecuente allí donde exista una masa de agua con suficiente tranquilidad y cobertura de vegetación. Esta es de su lugar de trabajo, pero también pueden verse en arroyos, estanques ornamentales, lagos y ríos urbanos y otros muchos tipos de humedales naturales y artificiales.
El balance de observaciones de la semana pasada asciende a 31 especies, prácticamente todas ellas vistas desde casa, sólo una o dos en algún trayecto hasta Sangonera la Verde para comprar. Aunque todas son especies que también se pueden ver en la urbanización, el confinamiento nos dificulta ahora su detección. Por ilustrar alguna, destacaría la más inesperada, el Mosquitero Común (Phylloscopus collybita), un invernante y migrador que ya casi había dejado de ver y oir por la zona. Debía tratarse de uno de los últimos ejemplares en paso prenupcial, que en nuestras latitudes tiene lugar entre febrero y marzo. El apunte es una observación plenamente invernal del último día de 2017.
La sorpresa de hoy ha sido ver cruzar detrás de casa, entrando y saliendo de la urbanización, a tres Críalos (Clamator glandarius). Es una especie que se ha tornado cada vez más frecuente en la región, o al menos eso parecen indicar las observaciones registradas en plataformas como eBird (https://ebird.org/home). También podría deberse a que son más los ojos en el campo, pero personalmente me da la impresión de que si descontamos las observaciones que pueden atribuirse a los periodos de paso, su frecuencia de observación se incrementa paralelamente a la expansión de la urraca (Pica pica), especie cuyos nidos parasita. Los escasos trabajos realizados en la Península Ibérica sobre su dieta apuntan a que, como en otros países, se alimenta casi exclusivamente larvas de lepidópteros defoliadores, principalmente de procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), lo que les atribuiría un papel en el control de esta plaga forestal (http://www.vertebradosibericos.org/aves/trofico/claglatr.html). Ibañez-Álamo et al (2019) han sido los primeros en estudiar en profundidad el comportamiento migratorio de esta especie mediante el seguimiento de individuos equipados con emisores satelitales (https://doi.org/10.1371/journal.pone.0208436). Marcaron 16 adultos (10 machos y 6 hembras) en la Hoya de Guadix (Granada) en abril-mayo de 2013 y 2014, descubriendo que son migrantes nocturnos y solitarios de larga distancia que invernan en el Sahel occidental, tal como resume en este interesante post (http://curioso-por-naturaleza.blogspot.com/2019/02/crialo-europeo-migracion-e-invernada.html).
Esta mañana muchos nos hemos sorprendido gratamente al oir en A vivir que son dos días de la Cadena SER, que el humorista gráfico Aleix Saló (http://humoristan.org/es/autores/aleix-salo/) está descubriendo las aves urbanas y está encantado con su primera abubilla (https://play.cadenaser.com/audio/ser_palencia_avivirquesondosdias_20200404_090000_100000/) de lo que se ha hecho eco la propia SEO/Birdlife en su cuenta de Twitter (https://twitter.com/SEO_BirdLife/status/1246343855051542528). Hace unos días era Jacinto Antón el que tocaba ese mismo tema. Así que para agradecer a estos comunicadores su difusión de la ornitología confinada, vuelve a este blog esta especie, uno de los cuatro representantes del Orden Coraciformes, junto con la Carraca, el Abejaruco y el Martín pescador.
Me ha alegrado ver de nuevo desde nuestra cocina al Alcaudón común (Lanius senator), posado en el mismo pino carrasco -un ejemplar casi arbustivo- del margen de una antigua terraza de cultivo. Aunque en ocasiones lo he visto acercarse hasta posarse en la misma valla de la urbanización, su sitio preferido parece ser este pino bajo donde también se posan mirlos, estorninos y escribanos trigueros (precisamente hoy tenía uno un poco por encima de él). En la distancia llama la atención el blanco de su plumaje ventral, hay que mirar con prismáticos para apreciar su combinación de blanco, negro y castaño rojizo. Hace dos años a mediados de abril saqué este apunte de una pareja posada en ese mismo lugar. Ayer había sólo uno, recién llegado, lanzándose en varias ocasiones al suelo desde ese posadero para capturar las presas (normalmente invertebrados, que empala en espinas o ramitas de arbustos, o púas de alambre de espino, como es costumbre en esta familia). En este mismo blog hay una entrada anterior de una primera observación el 15 de abril de 2012, claramente más tardía (https://webs.um.es/frobleda/miwiki/doku.php?id=blog_de_notas#primer_alcaudon_comun_15_04_2012). Tanto las poblaciones españolas como las norteafricanas migran al sur Sáhara tras el periodo reproductor, invernando en las sabanas africanas y regresando a la Península entre los meses de marzo y mayo. Los alcaudones reales y comunes, habituales de nuestros paisajes abiertos, se encuentran en un claro declive según los programas de seguimiento de SEO/BirdLife (https://www.seo.org/2017/10/04/alcaudones-esas-aves-comunes-cada-vez-menos-comunes/). Estas especies eran hasta hace poco aves relativamente comunes, pero ls transformaciones del medio rural han propiciado una rápida disminución. Según los datos del programa SACRE las poblaciones de alcaudón común de la región mediterránea sur presentan un declive más acusado aún, aproximándose a la categoría “en Peligro de Extinción” (declive del 50% en 10 años o tres generaciones).
Tengo la suerte de vivir en el campo, como prueban mis observaciones. Otros sólo tieene ventanas o con suerte un balcón como único enlace con el paisaje y la biodiversidad urbana. Así que este será mi pequeño homenaje a las familias que se asoman a ellos para sobrellevar el confinamiento. Hasta ahora esos balcones y ventanas sólo eran el fondo de algunos apuntes de avifauna urbana. Una especie muy frecuente en nuestros parques y arbolado callejero es el verderón (Carduelis chloris), retratado aquí en las proximidades del Jardín de la Seda de Murcia.
Seguimos sin ver por aquí los vencejos, pero como el número de observadores de aves desde casa ha aumentado en el país en los últimos días, no paran de llegarme observaciones urbanas. Así que tirando de archivo tendré que ilustrarlos. Este apunte es de la Facultad de Biología, donde se han llegado a poner cajas-nido para favorecer la nidificación de esta especie. Su instalación se realizó como parte de los actos del Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio de 2019), coincidiendo además con el cierre de los actos conmemorativos de los 40 años de ecología en Murcia. Estos nidos se prepararon y montaron en la jornada Bioblitz el 1 de junio (https://www.um.es/documents/119572/1571930/Acta+Sesi%C3%B3n+Ordinaria+9+de+julio+de+2019.pdf/565b7ccd-26f9-482c-8c9a-fe12f9adf0b9). El vencejo (Apus apus) es un migrador transahariano muy longevo y extraordinariamente bien adaptado para el vuelo. Desarrolla prácticamente todo su ciclo vital en el aire, posándose únicamente para realizar la puesta y alimentar a sus pollos. Muestra una gran fidelidad a su lugar de nidificación lo que hace sencillo la creación de colonias de cría, como la establecida en la planta 9 de la Facultad de Biología de la Complutense, con 41 cajas nido (https://www.ucm.es/segbiodiversidad/cajas-nido), entre otras universidades españolas. Hay amplia información sobre esta especie en http://www.commonswift.org/vencejo_comun.html
Aunque desde varias fuentes, incluso desde la ciudad de Murcia, me informan de la llegada de migrantes como los Vencejos comunes (Apus apus), a Torreguil todavía no han llegado. La novedad aquí ha sido observar desde casa un ejemplar de Tarabilla norteña (Saxicola rubetra), migrante transahariano que, a diferencia de los vencejos, seguirá hacia el norte. Esta especie sólo se reproduce en el tercio norte de la Península Ibérica, pudiendo aparecer en cualquier otro punto durante los pasos migratorios. El paso prenupcial tiene lugar entre marzo y junio.
Como mis últimas salidas han sido viajes muy cortos en coche, sigo con las especies más visibles desde él. Las garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) son también asiduas de los márgenes de las carreteras, aunque verlas posadas en árboles altos no es lo más habitual (es más frecuente que los usen como lugar de descanso o para nidificar, aunque en zonas menos concurridas). Por eso este apunte no es del todo representativo, ya que lo normal es verlas buscando alimento en eriales, zonas herbáceas, cunetas, rotondas e isletas de carreteras, y siguiendo a los rebaños. Recientemente me pasaron una foto de una de estas pequeñas garzas en un solar de Murcia, en un entorno muy urbano.
En estos días de apenas salir, a lo mucho que veo desde casa, sólo puedo añadir las observaciones desde el coche camino de Sangonera la Verde a aprovisionarme de pan y otros suministros. Dejo la ventanilla abierta para oir al paso… las mismas especies que en casa: escribano triguero, verdecillo, cogujada, mirlo, estornino negro, gorrión… Hay otras especies que son más fáciles de ver en ruta por su costumbre de posarse en cables y postes telefónicos, muchas de las anteriores pero también mochuelos, cernícalos, alcaudones meridionales y, este caso, la Abubilla (Upupa epops). Un ave sobre la que habrá que volver, pero que en este caso se me apareció en la gasolinera donde repostaba de regreso. El dibujo es antiguo pero la escena fue idéntica.
He leído un hilo de twitter que empezaba un ornitólogo recluido, sorprendiéndose de las especies que otros tenían la suerte de observar -y publicar en las redes- mientras su propia lista se circunscribía a unas pocas aves urbanas. He aportado algunos de mis apuntes, de las especies que he podido ver desde casa. Todas han pasado por este blog (escribano triguero, gorrión, herrerillo capuchino, mirlo, colirrojo tizón), salvo la última, la Culebrera Europea (Circaetus gallicus). Que curiosamente es el apunte donde más se ve la vivienda en la que ahora estamos confinados.
Hoy he retomado un apunte del viaje que hicimos el pasado verano. Es un detalle de la catedral de Segovia con un grupito de Chovas piquirrojas (Pyrrhocorax pyrrhocorax). Es una especie normalmente asociada a las ciudades históricas y a su patrimonio arquitectónico, aunque en Murcia principalmente nidifica en cortados de las sierras interiores y litorales, con una cierta querencia por cavidades verticales (hay dormideros en simas y nidos en pozos mineros). En las sierras de Carrascoy y La Almenara las he visto utilizar pozos de antiguas minas, normalmente parejas solitarias, aunque es una especie colonial. También en las comarcas mineras de Huelva, en Minas Herrerías (Puebla de Guzmán) la he encontrado usando este tipo de cavidades.
Llevamos un par de días de lluvia intensa, con lo que las posibilidades de observación disminuyen y las listas de aves se acortan. Entre las 10 especies que he podido ver u oír a lo largo de hoy destacaría por no ser de las más frecuentes, al Pito Real Ibérico (Picus sharpei). Lo he oído desde un bosquecillo de pinos que hay a unos centenares de metros de mi casa, lo cual no quiere decir que sea una especie estrictamente forestal. Puede excavar sus nidos en taludes de rambla, en zonas sin apenas árboles. Mi primera experiencia con este picamaderos fue descubrir en los años 70 (en mis primeras Jornadas Ornitólogicas) como en Los Monegros -zona deforestada por excelencia- destrozaba los postes telefónicos a fuerza de picarlos. Después de eso no me extrañó detectarlo en muchas ramblas murcianas. Pero la imagen es puramente urbana, dibujada a partir de una foto tomada por mi hija en Parque del Retiro de Madrid. El ave busca (¿agua, hormigas? dentro de una boca de riego. El Pito Real Ibérico es una de las “bombas taxonómicas” de la última edición de la Lista de Aves de España (2019), al convertirse en una especie de pleno derecho cuando hasta entonces era una subespecie de Picus viridis (https://www.facebook.com/seobirdlife/posts/10157144420517350/). El dibujo es de 2017, y no refleja este cambio taxonómico.
Prometí un dibujo de una especie exótica, y aquí está. Recordé una foto de una Estrilda Común o Pico de Coral (Estrilda astrild) captada por Jaime Fraile cerca de su domicilio en la huerta de Murcia. En estos momentos en los que somos nosotros los encerrados, parece ser el único capaz de atravesar barreras. Según SEO-Birdlife (https://www.seo.org/ave/pico-de-coral-comun/), en España se estableció en Badajoz en 1986 y en Galicia en 1994, en ambos casos como expansiones de la importante población portuguesa donde su aparición se remonta a 1964. Desde entonces ha ido ampliando progresivamente su área de distribución, proceso que parece seguir irregularmente, estableciéndose nuevos núcleos a la vez que desaparecen otros. En el Atlas de las aves reproductoras de España se detectó en 22 provincias, con las mejores poblaciones en las vegas extremeñas del Guadiana y en el suroeste de Galicia; también hay núcleos en Gran Canaria, Sevilla, Cáceres, Barcelona, Valencia, Málaga, Mallorca y Tenerife, y areproducción puntual en otras provincias. Las poblaciones del levante parecen haber llegado a Murcia donde ya existen numerosas citas en la Vega del Segura (https://ebird.org/species/comwax). Su área de distribución natural está en el África subsahariana, pero su popularidad como ave de jaula y su fácil adaptación han dado lugar a poblaciones estables en la Península Ibérica, Brasil y numerosas islas del mundo, a partir de aves escapadas de cautividad.
Esta mañana he oído en la SER al periodista de esa cadena y de El País, Jacinto Antón, recomendando como pasatiempo para el obligado encierro domiciliario, poner algo de comida para los pájaros urbanos en las ventanas y balcones. Me ha parecido entrañable, pero más aún al comprobar que su erudición se extiende al campo de las aves, ya que ha citado, además de a los previsibles gorriones, al verdecillo con su bonito trino, al pico de coral, especie exótica procedente de cautividad y ya plenamente asentada, a las bellas tórtolas (supongo que turcas), e incluso a algún halcón que pasa de vez en cuando. Algún día tendré que dibujar una especie exótica, creo que no tengo ninguna en el archivo. De momento dejo este gorrión (Passer domesticus), hoy mismo desde nuestro porche.
Estos días se estan dejando ver las primeras golondrinas (Hirundo rustica), y también los primeros aviones comunes (el día 17 pasó un grupo numeroso sobre casa, aunque había observado ejemplares desde finales de enero en diferentes puntos de la región. Para ilustrarlas he recuperado este apunte en el que se las ve aprovechando el movimiento de insectos al paso del ganado. Es el rebaño que solemos ver con alguna frecuencia pastando justo fuera del límite de la urbanización, y siempre les acompaña un cortejo de insectívoros oportunistas, como las garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) o las lavanderas blancas (Motacilla alba).
Cómo olvidarme de los Estorninos Negros (Sturnus unicolor), estridentes y ruidosos, devoradores de olivas. Este año la cosecha ha sido tan generosa que terminada la preparación de un buen número de botes, los pájaros han seguido aprovisionándose durante semanas, dispersando aquí y allá las que pierden por el camino. En estos días también los he visto transportando material para los nidos, desde los campos de alrededor a los tejados desde los que silban y trinan incesantemente. Imitando además todo tipo de cantos con lo que ya se hace difícil confirmar la escucha de un petirrojo o descartar la llegada de un abejaruco. La imagen es de archivo, el invierno 2017/18 también fue muy bueno, mientras que la cosecha del 18/19 fue testimonial
He decidido tirar de archivo, además de dibujar sobre notas antiguas y observaciones, porque ya me cuesta tener una imagen del día. Así que rescato una reciente, este Herrerillo Capuchino (Lophophanes cristatus), un ave en principio forestal, pero que ha venido a anidar delante de mi casa en el agujero de una palmera, en el jardín del chalet de enfrente. Yo lo llamaría más cavernícola que forestal, lo mismo que otros muchos páridos a los que he visto hacer nido en huecos de edificaciones rurales, cajas-nido, y otros emplazamientos artificiales. A mí lo que me indican estos hábitos es que en nuestros bosques (y jardines) faltan árboles viejos, donde estas aves puedan encontrar cavidades naturales. Así que una buena medida a favor de esta familia de paseriformes sería favorecer la madurez de -al menos alguna parte- de nuestros ecosistemas forestales. Y por supuesto seguir proporcionándoles nidales artificiales, sobre todo en zonas urbanas y periurbanas, donde los páridos no son ni de lejos los pájaros más abundantes, frente por ejemplo a los fringílidos, o a ciertos túrdidos (al menos es lo que mi experiencia personal me indica).
Hubo novedades importantes, empezó a oírse el Cuco (Cuculus canorus), y se notó una irrupción de zorzales charlos (Turdus viscivorus), en medio de una extraordinaria actividad canora de fringílidos, gorriones, trigueros, estorninos y mirlos, algunos ya aportando material a los nidos.
No es la única especie que sigue aprovechando la cosecha de olivas… que no hemos cosechado, pero quizá la más discreta. Por eso me ha extrañado poder “cazarla” hoy con el móvil, lo suficientemente cerca para que la foto permita un apunte. Es un macho de Curruca Capirotada (Sylvia atricapilla), bastante abundante durante todo el invierno en los jardines de la urbanización. También lo es el Colirrojo Tizón (Phoenicurus ochruros), otro frugívoro que sin embargo ha dejado de verse mucho antes, el 9 de marzo. El apunte es de 2018.
Pensando en empezar una serie de apuntes basados en las observaciones de aves desde mi casa, no hay candidato más adecuado que el Escribano Triguero (Emberiza calandra), cuyo reclamo invade el campo desde hace bastantes días. Al menos dos individuos cantan incesantemente desde arbustos o árboles bajos. El 5 de marzo registré aquí la primera observación de 2017, este año se oyó por primera vez !el 15 de febrero¡, y su presencia sonora se ha mantenido durante ya más de un mes.
Jacinto Martínez Ródenas me comunica y remite fotos de la primera observación de Gaviota Polar (Larus glaucoides) en la Región de Murcia. Realizada en el marco de los trabajos de seguimiento de aves marinas que la Autoridad Portuaria de Cartagena y el Grupo de Investigación ECOMED (E065-03)de la Universidad de Murcia desarrollan desde 2017. El ejemplar, visiblemente debilitado y aparentemente herido en una pata, ha sido alimentado con pescado fresco (boquerones) en los dias siguientes por el autor de la cita, siguiendo recomendaciones veterinarias.
David Aparicio me remite desde Chuecos fotos de una culebra viperina (Natrix maura) haciendo presa en un sapo corredor (Epidalea calamita), que al final logró liberarse, aunque algo maltrecho en la zona en la que fue mordido.
Parece que según la región española, no es frecuente que los sapos corredores sean presa de otros vertebrados (nada frecuente en Doñana), pero en otras regiones españolas sí. En el primer caso lo explican por sus secreciones cutáneas tóxicas (que no parecen impedirlo en otros lugares). Yo sólo he encontrado en google un caso de ingestión de un anfibio por culebra viperina, en este caso un gallipato (Pleurodeles waltl):
http://naturalezalevantina.blogspot.com.es/2015_10_01_archive.html
En la monografía del gallipato de “Vertebrados ibéricos” sólo cita un caso de predación por culebra viperina !nada menos que de 1973¡
http://digital.csic.es/bitstream/10261/108168/1/plewal_v11.pdf
La monografía correspondiente a la culebra viperina (http://digital.csic.es/bitstream/10261/109371/1/natmau_v5.pdf), aunque no da datos cuantitativos de predación sobre sapo corredor, señala que los anfibios, y en concreto los anuros, son muy frecuentes en la dieta en el norte de España, pero se tornan raros en el sur y cerca de la costa mediterránea.
He repasado mis anteriores citas de Gavilán Accipiter nisus (hasta 2015) y ciertamente esta es la más primaveral de las recientes (todas de agosto a marzo). Al rápido apunte del ave, con toda seguridad una hembra, que primero planeaba y luego se alejó en un rápido picado oblicuo sobre la rambla que cruza la carretera interior de acceso a la urbanización, he añadido una escena captada detrás de mi casa a poco de vivir aquí. Se incluye en el Libro Rojo de los Vertebrados de la Región de Murcia, y por lo tanto es anterior a 2006 (permitidme que no busque la fecha exacta). Representa a una hembra de la especie cazando una Tórtola turca (Streptopelia decaocto).
En los primeros días de este mes he acumulado un cierto número de observaciones de Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) en la ciudad de Murcia. Sin ser ninguna novedad ver a estas aves en distintos puntos del casco urbano, merece destacarse la observación de una pareja con cierta regularidad en el entorno del edificio de la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente (Plaza Juan XXIII), normalmente detectada por sus chillidos (las fotos son del 3/04/2017). Posteriormente, entre esa zona y el Campus de la Merced, el 12/04/2017 un ave caza un Vencejo Común (Apus apus) que transporta a la cornisa de un edificio. Todas estas aves suelen realizar sus vuelos a la altura de los pisos más altos de los edificios, posándose en aleros y repisas. La foto adicional, realizada por Ángel Guardiola en Lorca, ilustra claramente la capacidad predadora de estas aves sobre la fauna urbana.
Casi al final de la temporada de estudio del efecto atractor del agua hacia las aves dispersoras de frutos de arbustos, hemos añadido una faceta más a la metodología de seguimiento de este proceso. Gracias a la colaboración de los anilladores Jacinto Martínez Ródenas y Fran García Castellanos, se ha iniciado el trampeo, anillamiento y marcaje de passerifomres con anillas de colores (que esperamos poder leer en las aves que usan los bebederos). Estos se encuentarn ubicados en varias parcelas de cultivo abandonado cedidas para experimentación, en el marco del convenio de colaboración entre los propietarios de la finca y la Universidad de Murcia. Su uso se evalúa mediante fototrampeo.
Durante las últimas semanas (escribo ésto el 9 de abril) se han ido produciendo las primeras citas -ese es el verdadero sentido del título- de numerosas especies migradoras. La mayoría de ellas están registradas en distintas listas de la aplicación e-bird (http://ebird.org/content/spain/) que he adoptado como herramienta de anotación. Citemos algunas: Escribano triguero (Emberiza calandra) 5 de marzo; Autillo europeo (Otus scops) 11 de marzo; Cuco común (Cuculus canorus) 12 de marzo; Alcaudón común (Lanius senator) 28 de marzo; Abejaruco europeo (Merops apiaster) 3 de abril. La primera observación de Golondrina Dáurica (Cecropis daurica) es del 2 de abril, aunque la había observado desde el 5 de marzo en las cercanías de Sangonera la Verde. Algo parecido ha sucedido con la Golondrina común (H. rustica), que no vi en la urbanización hasta el 28 de marzo aunque junto a Sangonera la había visto el 25 de febrero.
También las últimas citas: el colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) se vió por última vez el 12 de marzo, y el petirrojo (Erithacus rubecula) el 8 de ese mismo mes, aunque este último ha seguido presente en otras localidades hasta bien entrado el mes de marzo, y algunos ejemplares puede que se queden por aquí todo el verano como en años anteriores.
La carretera de acceso a la urbanización sigue cobrándose víctimas, demostrando la necesidad de monitorizar a largo plazo su impacto. A los numerosos anfibios (principalmente Sapo común Bufo bufo), reptiles, aves, lagomorfos (sobre todo liebre ibérica Lepus granatensis) atropellados durantes los más de doce años que vengo recorriéndola casi a diario, se sumó por primera vez una Gineta (Genetta genetta), muerta poco después del anochecer del día indicado. Es el segundo carnívoro registrado en esta carretera, detrás del mucho más abundante Zorro (Vulpes vulpes) del que tengo varias citas de ejemplares tanto atropellados como vivos, cruzándola. En los primeros años de residir aquí los zorros parecían más abundantes, o al menos mostraban mayor atrevimiento, habiendo llegado a recorrer las calles de la urbanización,mucho menos poblada que en la actualidad.
Siete años después de nuestro primer contacto con la Nutria paleártica (Lutra lutra) en un proyecto de restauración de riberas (ver el principio de este blog), la 'visibilidad' de este mamífero ha mejorado considerablemente. Amén de huellas físicas y genéticas, las cámaras de fototrampeo desplegadas por el proyecto LIFE+ RIPISILVANATURA (LIFE13 BIO/ES/1407)https://www.chsegura.es/chs/cuenca/seguraripisilvanatura nos han dejado imágenes tan rotundas como ésta, de ejemplares que se exhiben ante la cámara a plena luz del día. Vídeo completo en https://umubox.um.es/index.php/s/GWZTRY9xAhvgte3
Por segunda vez en el marco de un título de máster, y la primera dentro del nuevo Máster en Áreas Protegidas, Recursos Naturales y Biodiversidad, se ofreció a los alumnos la posibilidad de participar en una jornada de anillamiento de aves en el Parque Norte del Campus Universitario de Espinardo. Esta reducida pero interesante mancha forestal representa uno de los últimos reductos del paisaje original del entorno de este campus murciano, muy alterado por sucesivas actuaciones humanas. Es también uno de los pocos puntos a través de los cuales la biodiversidad de las zonas periféricas aún no urbanizadas mantiene cierta conectividad con el interior del recinto universitario. Los resultados fueron modestos, capturándose 13 individuos de cinco especies, las Currucas cabecinegra (Sylvia melanocephala), rabilarga (S. undata) y capirotada (S. atricapilla), el Petirrojo europeo (Erithacus rubecula), el Serín verdecillo (Serinus serinus) y el Mirlo Común (Turdus merula). En la anterior jornada (21/10/2014) se habían capturado 29 individuos de nueve especies.
La visita de campo del 24/04/2015, que siguió a la Jornada sobre “Modelos de gestión ambiental y socioeconómica en áreas protegidas de titularidad privada”, organizada para el lanzamiento del Convenio de Colaboración entre la Universidad de Murcia y la sociedad titular de la finca “Castillo de Chuecos” (Águilas), fue pródiga en observaciones de reptiles y anfibios, tanto terrestres como acuáticos. Las especies observadas fueron la Culebra viperina (Natrix maura), el Sapo común (Bufo bufo), la Lagartija colirroja (Acanthodactylus erythrurus) y la Tortuga mora (Testudo graeca), los dos últimos en los ambientes más secos de la finca y los primeros en la balsa alimentada por el nacimiento de agua al pie del castillo árabe que la corona. Esa balsa había resultado ser una trampa mortal para los progenitores de los renacuajos de sapo común, a juzgar por la presencia de un esqueleto que ellos mismos estaban dejando limpio. Por lo demás, parecían tolerar la presencia, y la más que probable predación de las culebras viperinas. Durante la visita también se pudieron observar diversas aves, entre ellas dos Culebreras (Circaetus gallicus).
El primer día que la temperatura nocturna agradable y la sequedad del ambiente parecen indicar el próximo fin del invierno (26/02/2015), se nos aparece un sapo corredor (Bufo calamita) prácticamente dentro de la urbanización Torreguil (el ejemplar de la imagen, de casi 6 cm de longitud). Dos días después, entre el Cabezo de La Plata y el Collado de los Ginovinos, en unos campos abandonados, vemos activa una lagartija cenicienta (Psammodromus edwardsianus), mientras alrededor cantan verdecillos, jilgueros, pardillos, currucas rabilargas y cabecinegras, todavía junto a colirrojos tizones. El sábado 28, por la mañana, se oyen los primeros trigueros (Miliaria calandra) desde Torreguil. No es ni de lejos una cita temprana, en años anteriores ya se habían registrado el 15 de este mes.
Puntuales a su cita invernal, los Sapos Comunes (Bufo bufo) han acudido de nuevo a las charcas y pozas para reproducirse. Para ello se han beneficiado del alto nivel del agua existente en dichos cuerpos de agua tras las últimas lluvias, especialmente en las dos balsas restauradas por el Ayuntamiento de Murcia junto a la rambla de Torreguil. En un recorrido de menos de 1 km rambla arriba desde esas balsas se observaron cuatro parejas en amplexus realizando puestas y se oyó el reclamo de algún ejemplar macho que no pudo ser localizado. Cada balsa tenía una pareja de sapos comunes, y en una de ellas también se observó una rana (Pelophyllax perezi).
En septiembre de 2014 la lluvia llenó un estanque abandonado, lo que permitió la reproducción de Bufo calamita. Entre desechos diversos, en la lámina de agua somera que se mantuvo varios meses, se observaron ejemplares en amplexus que realizaron al menos dos puestas. En los alrededores se observó también algún ejemplar de Podarcis hispanica.
Con la ayuda de voluntarios ambientales del Ayuntamiento de Murcia, la mayoría residentes en la urbanización, el 15 de noviembre rescatamos algunos cientos de individuos recientemente metamorfoseados de Bufo calamita atrapados en este estanque-trampa abandonado.
No es el primer día que la observo, pero por fin se ha dejado fotografiar. Estos eucaliptos secos constituyen excelentes oteaderos para las Culebreras (Circaetus gallicus) que desde ellos dominan amplias extensiones de eriales y pastizales secos en el piedemonte de Carrascoy y el valle del Guadalentín, entre Torreguil y Sangonera la Verde. Las observaciones en estos puntos se suelen producir en agosto-septiembre.
La insistencia de este ave por revolotear en torno a una caja nido, me permitió tomar esta imagen que sugiere su ocupación por este párido, una de las especies más abundantes de esta familia en el Parque Forestal municipal.
En bastantes años de visitas al caserío de Los Arejos, en el Parque Forestal municipal del Majal Blanco), creo que esta es la primera ocasión en la que observo una lagartija colirroja (Acanthodactylus erythrurus). Previamente sí había visto en este mismo lugar ejemplares de lagartija colilarga y cenicienta, más propias del ambiente forestal predominante en el Parque. Dentro de él, este paraje es un antiguo enclave agrícola que parece tener una cierta importancia para la herpetofauna.
En La Murta, durante un muestreo de moluscos en campos de cultivo abandonados, Vicente Martínez López observó un ejemplar de lagarto ocelado (Lacerta lepida) de tamaño considerable, y Toni García Meseguer fotografió esta lagartija colilarga (Psammodromus algirus).
Nuestras últimas dos visitas a esta pedanía de Murcia han proporcionado frecuentes observaciones de chova piquirroja (hasta 25 ejemplares en campos abandonados y cultivados en mosaico con terrenos forestales del piedemonte de Carrascoy), cuervo y grajilla. También de águila real, ratonero común y halcón peregrino. Los cuervos se mostraron agresivos y desplazaron a las dos primeras especies, y la grajilla hizo lo mismo con el halcón. Las fotos son de Toni García Meseguer.
En esta ocasión en el Soto de la Hijuela (Molina de Segura), durante una visita con alumnos del Máster TAyGA. El estado todavía invernal del bosque de ribera permitió localizar hasta tres nidos.
Consciente de que debería actualizar esta sección con algunas observaciones recientes, primeras citas invernales… (todo llegará) no podía demorar felicitaros las fiestas con esta imagen de una de las especies implicadas. Con mis mejores deseos.
En otro reciente paseo nocturno observamos un ejemplar de culebrilla ciega (Blanus cinereus) serpenteando sobre la acera del vial principal de la urbanización Torreguil, junto a una zona forestal a una cierta distancia de las primeras viviendas. El ejemplar, que no alcanzaba los 20 cm de longitud, intentaba ocultarse en las juntas de las baldosas. La foto, realizada con poca luz y con un teléfono móvil de antepenúltima generación, es puramente testimonial. Mis observaciones previas -pocas- de esta especie se circunscriben a ejemplares detectados al levantar piedras o troncos, no recordando ninguna de individuos activos sobre el terreno
En un paseo nocturno, tras unos días con lluvia, observamos un ejemplar de Bufo calamita en la acera del vial principal de la urbanización, junto a las primeras casas. Es una zona donde ya hemos observado en años anteriores una cierta presencia de juveniles de esta especie, en aparente dispersión desde una cercana charca de reproducción. Desconocemos hasta qué punto la urbanización, y en especial el tráfico a lo largo de sus viales, constituye una barrera para los movimientos de esta especie. Constan algunos atropellos, aunque mucho menos frecuentes que los de sapo común (Bufo bufo)
Al retirar la cubierta de la piscina, descubro este minúsculo ejemplar juvenil de Hemidactylus turcicus (no más de 5 cm de longitud) nadando sin dificultades por encima de más de un metro de agua. Por si acaso, rescato a la nadadora y la libero en un lugar seco.
Durante una visita con alumnos del Máster en Tecnología y Gestión del Agua (TAyGA) a la zona restaurada que fue objeto de seguimiento durante el Proyecto “Seguimiento y análisis de las actuaciones para el control experimental de la caña común (Arundo donax) en la Región de Murcia”, pudieron ser observados y escuchados algunos ejemplares de Pájaro Moscón (Remiz pendulinus), así como un nido en bastante buen estado de esta misma especie.
El Máster en Gestión de la Biodiversidad en ambientes mediterráneos organizó una excursión práctica a la sierra de Andújar, con el objetivo de observar al Lince ibérico en el área que alberga sus mejor población mundial. No pudo ser visto, aunque sí otras especies de la gran fauna vertebrada de la Península Ibérica (Águila Imperial Ibérica, Buitre Negro, Ciervo, Muflón…). La composición -sobre el fondo de una imagen casi testimonial del Aguila Imperial- resume algunas de las especies de fauna y flora observadas, así como los indicios de otras (excrementos de lince).
En el Parque Forestal de Montepinar (Murcia), la perdiz roja (Alectoris rufa) se revela como un importante consumidor y potencial dispersor de la esparraguera (Asparagus albus). La foto de la izquierda muestra una acumulación de frutos de este arbusto en sus excrementos. Su papel trófico, como presa para varias especies de vertebrados también parece fuera de toda duda, a juzgar por los rastros encontrados (en la foto de la derecha, plumas de un ejemplar aparentemente devorado por un pequeño o mediano carnívoro). Todo ello permite atribuir un papel funcional clave a la perdiz en este ecosistema forestal mediterráneo.
La concentración de cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo) en la gran balsa en la subida a la urbanización Torreguil (“Lago de los Patos”) era esta mañana de no menos de 40 ejemplares (quizá más puesto que algunos buceaban). La observación fue desde el coche. Esta especie suele visitar la balsa sólo durante las primeras horas del día, alimentándose en ella; este año su número parece indicar una cierta abundancia de peces. El 30 de noviembre todavía observé 15 aves de esta especie en la balsa al mediodía (la imagen es de esa fecha).
El número de Cigüeñuelas (Himantopus himantopus) en la gran balsa en la subida a la urbanización Torreguil (“Lago de los Patos”, junto al Club Hípico), ha pasado de 9 aves observadas el día 23 de noviembre, a 20 el 28 del mismo mes.
El 2/11/2012 un ejemplar joven de Cormorán Grande (Phalacrocorax carbo) buceaba en el centro de la antigua balsa de lagunaje del Campus, hoy destinada al almacenamiento y distribución para riego del agua depurada. El ave era acosada por una Gaviota Patiamarilla (Larus cachinnans), aunque no me consta que hubiera llegado a capturar ninguna presa (de hecho desconocía la existencia de peces en esta balsa pese a la creciente presencia en ella de ardeidas). En fechas cercanas registro las primeras observaciones y un gradual incremento de la presencia de Cormoranes Grandes en otros puntos habituales de invernada: Río Segura en Murcia (1 ave el 16 y 2 el 21/11/2012); y la gran balsa en la subida a la urbanización Torreguil (“Lago de los Patos”, la imagen es de ese lugar pero del invierno anterior): 1 ave el 23, 2 el 24 y hasta 8 el 27/11/2012.
Los campos abandonados de La Murta, objeto de un proyecto de investigación conjunto de los departamentos de Geografía y Ecología, siguen siendo fuente de sorpresas. En el segundo muestreo otoñal de vegetación (el trabajo de campo empezó en el verano de 2011), a plena luz y en un día soleado, nos sorprendió la presencia un sapo corredor (Bufo calamita) que finalmente acabó refugiándose en una madriguera de conejo. El papel de este lagomorfo como ingeniero ecológico queda patente de nuevo, al proporcionar refugio a especies sensibles a la desecación. Hay que decir que el área conservaba todavía bastante humedad de las lluvias precedentes, aunque quizá no tanta como para explicar una actividad anfibia estrictamente diurna.
Al final de un muestreo de vegetación realizado con los alumnos del Máster en Gestión de la Biodiversidad en Ambientes Mediterráneos, en el límite de la zona forestal denominada “Parque Norte” encontré este ejemplar atropellado de Sapo Corredor (Bufo calamita). Constituye el primer dato de que dispongo sobre la presencia de este anfibio en el Campus y sus alrededores. Hasta la fecha la única especie de anfibio citada en este área, y de la que había constancia de su reproducción, era la Rana Verde Común (Pelophylax perezi).
El primero que he detectado este año desde mi puesto habitual de observación (la ventana de mi cocina). Apareció como de costumbre, por el límite de la urbanización con los antiguos cultivos adyacentes, hoy un herbazal pastoreado ocasionalmente por rebaños de ovejas y cabras. En 2011 se vió más tarde (por primera vez el 18/04/2011 en ese mismo lugar). Me consta en cualquier caso que este año en otras localidades de la región ha habido observaciones mucho más tempranas, pero siempre me da la impresión de que muchas especies tardan más en dejarse ver por estas zonas de piedemonte serrano.
No es sin duda el primero, pero sí el que mejor se ha visto. Fotografiado detrás de mi casa, en Torreguil, en el límite entre la urbanización y antiguos terrenos de cultivo abandonados. El primer registro de este año en la zona lo obtuvimos el domingo 25 de marzo, cuando lo escuchamos por primera vez.
Mi primera cita de este año en Torreguil. Aunque sólo llegué a oirlos pasar sobre mi cabeza, parece que era más de uno y el reclamo no dejaba lugar a dudas. Por curiosidad miré la fecha más temprana del año pasado, y la primera observación en esta misma zona fue sólo un día después, el 3 de abril. El actual es el registro más adelantado de los notificados hasta la fecha al foro “faunamurcia” (faunamurcia@yahoogroups.com), obtenidos todos a partir del 3 de abril.
Las lluvias y el frío de la semana que acaba parecen haber desencadenado una nueva oleada de actividad reproductora entre los sapos comunes (Bufo bufo) del Majal Blanco. Hoy mismo he encontrado numerosos cordones de huevos, no menos de siete parejas (incluso un trío) en amplexus, y algunos ejemplares adultos más en el tramo de rambla que discurre por la zona baja del Parque Forestal, y en una de las balsas reconstruidas por el Ayuntamiento de Murcia. Una auténtica avalancha de nuevas puestas que conviven con los renacuajos ya nacidos de las puestas de febrero.
Esta salamanquesa rosada (Hemidactylus turcicus) se vio sorprendida por un inesperado movimiento de piedras que habían permanecido todo el invierno sin cambiar de sitio. Debajo de una de ellas apareció este mimético ejemplar ya bastante activo gracias a la llegada del buen tiempo. Una vez reubicadas las piedras, fue liberada entre ellas. No es raro ver ejemplares de esta especie incluso dentro de la vivienda.
Una vez confirmada por Mario León (quién si no) la identidad de esta pluma como de Búho real (Bubo bubo), queda constancia de que los campos abandonados de La Murta, objeto de un proyecto de investigación conjunto de los departamentos de Geografía y Ecología, sirven de cazadero a esa rapaz nocturna. La abundancia de conejos que caracteriza a estas zonas seguramente explica dicho uso, que no hubiéramos sospechado si no fuera por el hallazgo de este indicio durante un muestreo de vegetación.
El pasado sábado los sapos comunes del Majal Blanco se aliaron conmigo para proporcionar una valiosa experiencia al grupo de voluntariado ambiental del Ayuntamiento de Murcia (http://www.murcia.es/medio-ambiente/medio-ambiente/educacion-1/programa-voluntariado.asp). No fue desde luego una convocatoria multitudinaria, pero creo que no defraudó. Hasta tres zonas de puesta y un ejemplar adulto de esta especie dejaron bien claro que la zona merece un esfuerzo de seguimiento y protección. Los voluntarios pudieron estrenarse en tareas de toma de datos sobre anfibios y su hábitat, labores que serán de gran utilidad para evaluar y potenciar los esfuerzos que se vienen realizando en la zona desde finales de 2007, con la adecuación de dos balsas temporales.
Ayer domingo, en una fría mañana precedida por una no menos gélida noche (como prueba la capa de hielo que se aprecia en las fotos), inspeccionando las balsas construidas por el Ayuntamiento de Murcia en el Parque Forestal del Majal Blanco, nos sorprendió la puntualidad con la que los sapos comunes (Bufo bufo) acuden a reproducirse cada invierno a esos cuerpos de agua. Sobre todo a uno, en el que pese al bajísimo nivel de agua que exhibe este año, observamos una puesta de esta especie (y van cinco años). La otra balsa estaba mucho más llena -e igual de helada-, pero no detectamos la presencia de anfibios (aunque no la descartamos, ya que la inspección fue superficial). Las fotos inferiores son de enero de 2011, cuando con una disponibilidad de agua mucho mayor, detectamos numerosos amplexus y puestas de esta especie a lo largo de un tramo de la Rambla de las Cuevas del Buitre y en las dos balsas creadas en 2008.
El pasado miércoles 10 de febrero fotografié estas huellas en la ribera del Río Segura, en Cieza, en una zona que está restaurando la Confederación con participación de nuestro departamento en el diseño y seguimiento de la actuación. ¿Alguien puede identificarlas? La verdad es que no tuve la precaución de poner una referencia de tamaño, pero serían como las de un perro mediano, aunque para mí que de perro no son. También lo blando que estaba el sustrato puede confundir sobre el verdadero tamaño del animal o animales. Acompaño unas fotos del “hábitat” por si ayuda. Es una playita generada por la caída de tierra del talud, una vez eliminado del mismo un cañaveral monoespecífico. Luego como veis, se va a recubrir con mantas orgánicas (esparto) y se van a plantar especies de ribera (Sauces, chopos, tarajes…).
Y esta fue su respuesta:
Francisco Almansa: Hola Paco, la mayoría de huellas parecen de nutria, aunque las que mas claro se ven son las que he rodeado en color rojo que como puedes apreciar se ven marcados cinco dedos, el resto podría ser, pero no se ven muy claras. La pasada semana estuve visitando la playa de los álamos aguas arriba de donde tu has visto estas huellas y pude ver en la pequeña playita que hay allí un par de huellas de nutria. Y las que he señalado en la parte superior izquierda son de gato. Espero haberte sido de ayuda.
Néstor Yelo: Coincido con Almansa, son de nutria, la verdad es que se dio un buen paseo o había varias nutrias. Bueno, vamos a dejarlo en nutria.