PRESIÓN ATMOSFÉRICA
La presión en el interior de cualquier fluido estático
queda determinada por el peso que ejerce la columna del propio fluido que tiene encima.
El cálculo de la presión atmosférica es un poco más
complicado que la debida a un líquido, ya que la densidad de la atmósfera no es
constante. La presión atmosférica disminuye con la altura de manera exponencial
(muy rápidamente).
Para pequeñas alturas, las típicas de una montaña, se
puede aproximar la función exponencial por una función polinómica de primer
grado. Por tanto muy cerca del suelo, la presión atmosférica, P (en atmósferas,
atm), disminuye con la altura, h
(en km), de la manera:

donde Pa es la presión a nivel
del mar (1 atm) y K una constante, que indica el ritmo al que decrece la presión.
Midiendo la presión y la altura, y representándolas gráficamente
podemos determinar la pendiente que nos indica el ritmo al que disminuye la
presión con la altura.
Como es relativamente fácil medir presiones, la
relación entre presión y altura proporciona un modo fácil y directo para
determinar la altitud conociendo la presión. Históricamente este ha sido el
método más usado para conocer de modo aproximado la altura. Recientemente
la llegada del GPS, donde la altura y posición queda determinado gracias a
satélites, ha supuesto la eliminación de esta técnica de medida.