La presión en el interior de un líquido queda determinada por el peso que ejerce la columna del propio líquido. Si la profundidad viene determinada por h y la densidad por ρ, la presión ejercida por el líquido es:
P=ρ g h
donde g es la aceleración de la gravedad. Si el líquido está en contacto con el aire debemos tener en cuenta la presión que ejerce la atmósfera, Pa:
P = Pa + ρ g h
Midiendo la presión y la altura, podemos determinar el producto “ρ g”, lo que nos permite calcular la densidad del fluido. En esta práctica vamos a determinar la densidad del agua del mar.