INTRODUCCIÓN TEÓRICA



    Cuando un fluido no posee suficiente energía para vencer las diferencias de altura, velocidad o presión, debidas estas últimas tanto a las condiciones reinantes en los extremos de la conducción como a su pérdida de energía por rozamiento, es preciso comunicársela con aparatos mecánicos adecuados. Si el fluido que se va a impulsar es un líquido, la máquina recibe el nombre de bomba.
    Las bombas no producen variaciones apreciables de la densidad del fluido, por lo que su flujo se puede considerar incomprensible, siéndole aplicable las ecuaciones para dicho tipo de flujo.
    En cualquiera de estas máquinas, deberá distinguirse siempre entre el motor primario que comunica a la máquina la potencia necesaria y el órgano que realmente comunica la citada energía al fluido, que es la propiamente denominada bomba. La forma de impulsión puede ser de dos tipos, por desplazamiento volumétrico del fluido (bombas de desplazamiento positivo o volumétricas), el líquido es confinado en un cierto espacio de la bomba, donde se le comunica la energía, siendo luego desplazado hasta la zona de expulsión, o por la acción de una fuerza centrífuga (bombas centrífugas), el líquido circula libremente a su través y recibe la energía por acción de la fuerza centrífuga que le comunica un disco giratorio a gran velocidad, son las más extensamente utilizadas y la de nuestra práctica es de este tipo.
    Las bombas centrífugas están formadas por un disco rotatorio denominado rodete, provisto de nervaduras o álabes, que gira a gran velocidad dentro de una carcasa metálica. El líquido entra a la bomba por el eje hueco del rodete, aspirado como consecuencia de la disminución inicial de presión que producen sus álabes al girar. A continuación, es proyectado radialmente a lo largo de los álabes por la acción de la fuerza centrífuga, aumentando considerablemente su energía cinética. A la salida del rodete, esta energía cinética adquirida se transforma en energía de presión, a costa de un estrechamiento paulatino de la sección de paso.
    Se caracterizan por su gran versatilidad, bajo coste, fácil diseño, operación y mantenimiento. Pueden proporcionar caudales variables. No producen pulsación de descarga, pueden trabajar en un amplio intervalo de presiones y caudales, para una misma velocidad de giro, y la presión de descarga es función de la densidad del fluido bombeado.
    Para la adecuada utilización de una bomba centrífuga resulta necesario conocer la variación de determinadas magnitudes, presión de descarga, potencia suministrada y rendimiento obtenido para cada valor de caudal. Esta variaciones se expresan de forma gráfica para cada tipo de bomba, lo que constituyen las determinadas curvas características de la bomba centrífuga considerada.
            H - Q:  Variación de la carga total (en metros de líquido) frente al caudal (m3/min).
            Na - Q: Variación de la potencia al freno (en C.V.) frente al caudal.
            Rto - Q: Rendimiento frente a caudal.
    El objeto de esta práctica es la realización de un ensayo elemental de bomba, consistente en la obtención de las curvas características de la bomba manteniéndose constante el número de revoluciones, frecuencia de giro de la bomba y variando el caudal.
    Los datos que se necesitan para la representación se hallan empleando el balance de energía siguiente:


    Haciendo las simplificaciones oportunas, la velocidad de entrada y la de salida son iguales ya que los diámetros de entrada y salida de la bomba son los mismos, por lo que los términos de velocidad se anulan. Al ser la pérdida de carga por rozamiento tan pequeña se puede despreciar el término de sumatorio de F, quedándonos una ecuación tal que así:


    Necesitamos hallar, para diferentes valores de caudal, la potencia al freno (Na), la potencia suministrada (Pt) y el rendimiento de la bomba (Rto).
Para ello, colocamos un rotámetro con el que vamos variando el caudal suministrado a la bomba y el propio dispositivo experimental utilizado nos proporciona los valores de la presión de entrada y de salida mediante dos manómetros conectados uno antes de la entrada del fluido en la bomba y otro a la salida del fluido de la misma. También obtenemos la potencia al freno para cada caudal mediante un medidor de energía. Y la diferencia de alturas es un valor constante para todo el experimento y con el que contamos de partida.
Conociendo todos estos valores sustituimos en el balance de energía obteniendo el valor de H, a partir del cual calcularemos el de Wo, Pt y finalmente el rendimiento.

                                                                                                                                                                                                             
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