Veamos las particularidades que aportan las redes telemáticas a la elaboración de un periódico escolar:
Respecto al documento
Respecto al proceso
Elementos multimedia
La edición del periódico escolar en papel permite presentar información textual e imagen fija, bien consista ésta en dibujos, gráficos o fotos. Como elemento positivo no podemos olvidar la reproducción de la grafía original que puede ser muy interesante cuando los autores son alumnos de los primeros niveles de escolaridad. También en la edición electrónica podemos incorporar las grafías originales, bien de textos o bien de dibujos, mediante la utilización de algún periférico de captura de imagen, y no olvidemos que esta aplicación acompaña a un equipo dotado con una tarjeta de captura de vídeo. En la edición electrónica de nuestra revista encontramos como novedad la posibilidad de incorporar junto al texto y la imagen fija elementos multimedia: sonido e imagen en movimiento. Bien es verdad que habrá que tener en cuenta que el actual estado de las redes de comunicación hacen todavía poco viable la inclusión de secuencias animadas de cierta duración, ya que su excesiva extensión hace que su transmisión se dilate mucho. Por ello habrá que tener en cuenta el foro en el que se va a difundir la revista: Si es la red interna del centro podremos rebajar las exigencias en cuanto a espacio ocupado por la información, ya que la infraestructura de las redes internas hace posible una mayor densidad de tráfico sin pérdida sensible de velocidad. Si el destino es Internet habrá que ser muy cuidadosos con este aspecto debido al reducido ancho de banda disponible. Habrá que renunciar a las presentaciones espectaculares, so pena de perder a los visitantes, aburridos ante un tiempo de descarga que se haga intolerable.
Presentación atractiva
La edición en papel suele hacerse utilizando los medios de reprografía con los que se cuenta en el centro: multicopista fotocopiadora. En ocasiones los centros con una cierta tradición y fuerte raigambre en su entorno pueden conseguir un patrocinador que haga alguna aportación económica, con la que se puede acceder a una modesta edición en imprenta. Lo habitual es que la edición, cuando se hace con los medios propios, sea en blanco y negro, con la evidente pérdida de calidad de las imágenes que, sin que pueda evitarse, tienden a empastarse en un masa negruzca sin ningún detalle. La edición en imprenta, mucho menos frecuente, mejora sensiblemente la calidad, pero también suele ser en blanco y negro para reducir costes. La edición electrónica nos permite incorporar el color a la presentación de la revista, con lo que no sólo se hace mucho más vistosa, sino que nos abre las puertas de un componente que resulta fundamental para transmitir de forma correcta algunos contenidos.
Facilidad de edición
Para llevar a cabo la maquetación de una revista escolar sencilla, con una presentación adecuada, es imprescindible manejar un programa de autoedición o, en su defecto, dominar en profundidad de alguno de los modernos procesadores de texto. Esto significa que estamos privando a alumnos y alumnas, especialmente a los más pequeños, de la posibilidad de controlar en gran medida su trabajo. Por su parte, el lenguaje HTML que utilizamos para realizar la creación de páginas WEB es intrínsecamente sencillo al apoyarse en un concepto simple: el documento original es texto puro, sin formatear, al que se encierra entre unas etiquetas que se encargan de especificar la apariencia de cada fragmento. Por ejemplo para indicar que algo va en en negrita habría que poner <B> que indica que lo que va a continuación es negrita y </B> que indica que acaba la negrita. El aprendizaje de las etiquetas básicas y su utilización no lleva más que un par de horas, sin contar con la gran cantidad de editores WYSWYG (lo que ves es lo que obtienes) en los que ni siquiera es necesario escribir dichas etiquetas. Con esta forma de trabajar posibilitamos que se puedan trabajar en profundidad y con autonomía los aspectos de expresión, ya que el alumno sólo tiene que preocuparse por la corrección ortográfica, gramatical y de estilo para expresar aquello que realmente quiere decir, sin preocuparse de la presentación. Por otra parte, necesitar únicamente una herramienta que produzca textos sin formatear nos permite recuperar algunas máquinas, de las que se han quedado obsoletas, para que puedan ser empleadas por los chavales.
Retroalimentación
La sección de Cartas al Director es la ventana por la que la prensa escrita recoge las opiniones, críticas y aportaciones de los lectores. Sin considerar otros elementos, es muy posible que en más de una ocasión hayamos renunciado a manifestar nuestras opiniones utilizando este medio, desanimados ante la falta de inmediatez del correo tradicional. En una revista electrónica desaparece este inconveniente y se propicia la participación y el intercambio de informaciones y opiniones. Es fácil imaginar la importancia que la sección de Correo puede tener si nos atrevemos a embarcarnos en un proyecto intercentros en el que la revista de cada uno sea el núcleo de comunicación e intercambio.
Economía.
Frente a los gastos que genera una edición en papel tenemos la economía de la edición electrónica: el ejemplar virtual es único y a la vez múltiple y adaptable a la demanda. único en tanto que no creamos más que una copia. Múltiple en cuanto que cada usuario dispone de su propio ejemplar a partir de la publicación electrónica. La repercusión económica de esta característica es obvia: no necesitamos hacer una inversión en papel y en reprografía para elaborar una tirada sobre cuya difusión no tenemos certeza.
Rapidez
Quien haya estado comprometido en la elaboración de un periódico escolar habrá tenido que padecer la lentitud de los procesos necesarios para confeccionar los contenidos cuando se trata de un periódico de centro. Además habrá tenido que añadir las dilaciones que conlleva la impresión de los materiales y su distribución. Si se pretende crear un periódico de aula o de nivel es bastante probable que se haya abandonado la idea, ya que la inversión en tiempo y medios para una tirada muy reducida no compensa el aprovechamiento educativo que se pueda obtener. La organización de las tareas será el único medio para paliar el primer inconveniente citado, pero el resto es perfectamente subsanable cuando trabajamos con una edición electrónica: no hay que esperar hasta que el periódico esté impreso y la difusión es automática. No es necesario que se actualice toda una edición: cada clase o grupo puede ir incorporando sus materiales a medida que se preparan. Un simple avisador gráfico al lado del enlace nos informará de que se trata de un material reciente. Incluso es posible disponer de un periódico propio de cada clase puesto que se anulan los costes que implicaba la edición en papel.
Distribución masiva
¿A cuántas personas llega nuestro periódico escolar? Lo habitual es que la distribución alcance al entorno próximo al centro: familia, barrio, pueblo. En algunos casos, si existe correspondencia escolar, puede llegar a los centros con los que mantenemos relación. En el caso de la revista escolar electrónica estamos, literalmente, "lanzando al mundo" nuestro mensaje. Ahora bien, esta potencial distribución de lo que hemos hecho en nuestro centro en un ámbito planetario sólo se queda en una posibilidad teórica si no la acompañamos de otras medidas de difusión. Tras unas primeras experiencias para hacernos al medio sería aconsejable integrarnos en alguna red, nacional o supranacional, dedicada a potenciar este tipo de prensa escolar. La Revista Escolar Europea demanda colaboraciones en varios idiomas comunitarios. Puede visitarse en www.pntic.mec.es/recaula/expe_tel/reveu/reveu1.htm
Almacenamiento
Problema: Hemos hecho una tirada de 300 ejemplares y se han vendido 230. Cada ejemplar tenía 25 páginas. Para que la tinta no traspasara el papel la impresión era a una cara. ¿Qué hacemos con los ejemplares que nos sobran?
Solución 1: (persistente) A ver si conseguimos hacer otra "batida" del barrio y los colocamos.
Solución 2: (ecológico-educativa) Intentemos reciclar el papel en las aulas y la secretaría utilizándolo para borradores y "trabajos en sucio".
Solución 3: (ecológica a secas) Vamos a tirarlo al contenedor de papel.
Solución 4: (conservacionista) Vamos a guardarlo en el almacén para que no estorbe mientras pensamos algo.
Aunque se haya planteado en tono jocoso este es uno de los problemas que presenta la edición en papel. Las 1750 hojas excedentes de la tirada del problema anterior acaban, en la mayoría de los casos, como material para reciclaje o amontonando polvo en algún rincón de un almacén. En la edición electrónica de la revista escolar no hay excedentes, porque la utilización de papel por parte del centro es mínima y, en todo caso, ajustada a las demandas de ejemplares impresos. Por lo tanto no tenemos problemas de almacenamiento de material sobrante. Además, las ediciones previas pueden estar accesibles ocupando un mínimo espacio en el disco duro del servidor.