El oficio de traductor
11/10/07 Umberto Eco L‘espresso
Umberto Ecodefiende en el semanario L’espresso el papel de los traductores. Un trabajo que, según el autor, no está valorado económicamente ni tampoco goza de prestigio. Sólo cuando existen errores en la traducción de algún libro o artículo se echa la culpa al traductor, hasta entonces nadie habla de su trabajo, el traductor es invisible, sostiene Eco. Una de las batallas que libra este colectivo hoy en día es la de poder firmar su trabajo. El nombre del traductor aparece en las primeras páginas de una novela traducida, pero no en los ensayos filosóficos o en los discursos y artículos. Para muchos, la traducción se ve como algo que puede hacer cualquiera que sepa idiomas.
Por ejemplo, dice Eco, algunos profesores de universidad encargan a sus alumnos la traducción de cualquier trabajo para ahorrarse así los costes de un buen traductor. En definitiva, el autor pide más reconocimiento –económico y social– para los que hacen que sea posible leer a autores como él en nuestro propio idioma.