Numerosos autores han señalado que la actividad física y el deporte pueden resultar excelentes medios para transmitir valores personales y sociales como respeto, autocontrol, autoestima, empatía, esfuerzo, autonomía, cooperación, ayuda a los demás, hábitos saludables o liderazgo (Gutiérrez, 2005). En ocasiones se asume que la simple práctica deportiva favorece el desarrollo personal y social de aquellos que la realizan sin que realmente existan evidencias de que esto sea así. Sin embargo, la actividad físico-deportiva por sí misma no desarrolla los valores anteriormente citados de forma automática (Carranza y Mora, 2003). Los cambios en los valores y las actitudes ocurrirán con más facilidad si son planteados de un modo sistemático en el contexto del deporte y la actividad física, ya que éstos se desarrollan en ambientes atractivos e interactivos, emocionantes y divertidos para los jóvenes (Cecchini, Montero y Peña, 2003) Uno de los modelos más consistentes y que ha demostrado su utilidad en este ámbito es el denominado modelo para la responsabilidad personal y social de Hellison (2003). Inicialmente diseñado con el objetivo de que los adolescentes y jóvenes de riesgo vivieran experiencias de éxito que favorecieran el desarrollo de sus capacidades personales y sociales, y su responsabilidad social tanto en el deporte, como en la vida. Sostiene la necesidad de enseñar a través del deporte comportamientos y valores que mejoren la vida de los estudiantes. En concreto, asocia dos valores al bienestar y al desarrollo personal: el esfuerzo y la autogestión. También asocia otros dos valores al desarrollo y la integración social, dichos valores son, respectivamente: el respeto a los sentimientos y los derechos de los demás; y la capacidad de escuchar y ponerse en el lugar de los otros (Escartí et al., 2006). Los programas físico-deportivos basados en el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS), están centrados en dar mayor autonomía a los alumnos aumentando su capacidad en la toma de decisiones y reduciendo, a su vez, la omnipresencia del profesor. La participación en programas físico-deportivos basados en el MRPS son excelentes medios para favorecer este desarrollo porque no sólo se centra en fomentar la responsabilidad personal y social “en el gimnasio” sino también fuera de él (Hellison, 2003). Esta investigación pretende desarrollar los valores personales y sociales a través de la educación física y las actividades físicas y deportivas, con la finalidad de disminuir comportamientos agresivos y antideportivos y mejorar la percepción de calidad de vida relacionada con la salud y la integración del alumnado, aplicando el Modelo de Responsabilidad Personal y Social de Donald Hellison, adaptado al contexto de la Región de Murcia, en el nivel educativo de primaria y secundaria.

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  • Última modificación: 2011/02/05 09:06
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