El feminismo actual

Autora: Teresa Trigueros Lozano

Durante los últimos años, el feminismo ha tomado una gran importancia, cada vez existe más conciencia social sobre este movimiento. Prevalecen las actitudes positivas, el apoyo y el seguimiento de la doctrina, pero aún encontramos el rechazo, la duda ante la importancia del mismo y las críticas destructivas. El feminismo (según la RAE) es la “doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres”.

El movimiento feminista está comenzando a quebrarse y a dividirse, y cada vez existen más variantes: feminismo antiespecista, feminismo radical, anarcofeminismo, ecofeminismo, feminismo liberal, feminismo filosófico, feminismo separatista… Es indudable que la lucha por la igualdad de género es necesaria, ¿pero es necesario a lo que ha desembocado el feminismo actual y cada una de sus nuevas variantes?

Con el paso de las décadas, el movimiento feminista ha tenido que ir adaptándose a nuevos problemas, a nuevos avances y a nuevas situaciones. Además, aunque las bases del movimiento sean universales, cada país ha tenido que adaptarlo a sus circunstancias. Es decir, el movimiento feminista argentino no es igual al español. Por ejemplo, en Argentina tuvieron que estar luchando por la legalización del aborto hasta el 2020, mientras que en España fue aprobada en 1985.

El desarrollo moral de cada sociedad está muy involucrado en este movimiento, pero este mismo desarrollo ha pasado de buscar unos valores y unos principios para la sociedad, a dar a entender que se están buscando otros totalmente distintos y que no se adaptan a las bases principales de esta doctrina. Este hecho está trayendo unas repercusiones a nivel social que alejan a la gente del movimiento, porque muchas personas no están de acuerdo con la imagen del feminismo que se vende actualmente. Además, indirectamente están corroborando las objeciones en contra del feminismo. Lo que nos está llevando a más rechazo hacia el movimiento, a agrandar esa minoría social que no entiende el feminismo y a la idea de que el feminismo no es realmente necesario.

Las variantes del feminismo no son necesarias porque todas surgieron de una misma raíz: la búsqueda de la igualdad entre mujeres y hombres. Separar a las mujeres, ya sea por raza o por pensamiento, no tiene cabida ni sentido en este movimiento. El feminismo se creó para apoyar, sobre todo, a las mujeres para que consigan la igualdad ante la ley y ante la sociedad. En ningún momento se hizo distinción, ni se dirigió exclusivamente a las mujeres de raza blanca europeas (cabe añadir mujeres cisgénero).

Expresamente no se ha aclarado que el feminismo va dirigido a este conjunto mencionado, pero sí que en más de una ocasión ha apartado a otro grupo de mujeres con ciertas actitudes (mujeres transexuales y mujeres negras). Pongamos de ejemplo la última manifestación feminista de Madrid, 2022, el día de la mujer (8 de marzo). Ese mismo día hubo diferentes concentraciones de mujeres feministas, con un mismo objetivo, pero fragmentadas con argumentos carentes de sentido. Se necesita la unión social para mostrar cuántas personas están en desacuerdo con la desigualdad de derechos y condiciones. Si las manifestantes se separan y no hacen una misma lucha, no muestra el gran apoyo que puede llegar a tener la cuestión a tratar, en este caso cuestiones de igualdad de género. El machismo es sufrido por todas las mujeres por igual y la unión de las mujeres siempre ha sido la máxima expresión feminista. Separar a las mujeres para luchar por la igualdad entre mujeres y hombres muestra que no hay equidad entre personas de un mismo género, por lo que tampoco podría haberlo entre personas de géneros distintos. El apoyo entre todas las mujeres ha sido, es y será fundamental para el desarrollo de una sociedad justa e igualitaria.

Como bien sabemos, la sociedad actual es una sociedad reivindicativa; cada acción, actitud o problema que pueda afectar a algún grupo social tiene repercusión informativa. Encontramos diferentes movimientos, aparte del feminista: movimiento animalista, colectivo LGBTIQ+, movimiento ambiental, etc. Cada movimiento lucha por unos objetivos y tiene su propia jerga, la cual se intenta incluir en la sociedad. Aquellos que estén al tanto de los movimientos son conocedores de la mayoría de los conceptos, al menos de los más relevantes. Mayoritariamente son los más jóvenes quienes escuchan sobre ellos y los usan en su día a día, pero es un grupo muy reducido. La mayoría de adultos y ancianos no conocen en profundidad las jergas. Si se empiezan a mezclar los movimientos junto a sus jergas, la sociedad tendría un grupo que no entiende sobre los temas actuales. Es decir, conforme avanza la sociedad van surgiendo más denominaciones nuevas y más variantes nuevas de cada movimiento, las cuales se van mezclando entre sí. Así surge, por ejemplo, el feminismo antiespecista. Dentro de estas variantes se habla de muchos términos que están mezclados. Si los conceptos más básicos de cada jerga no se entienden o no quedan claros, al mezclarlos con otros términos, las jergas no serán entendidas.

Para poder conseguir mucho apoyo social, las ideas, principios y objetivos por los que se está luchando deben ser claros y no dar lugar a confusión. Actualmente esto no está siendo de esta forma, por lo que la sociedad no apoya activamente al movimiento. Dejando claro por qué se está luchando y qué es lo que se puede conseguir con la lucha, las personas podrán apoyar activamente el movimiento. Sin embargo, existe gran desconocimiento sobre cuáles son las verdaderas razones por las que se manifiestan.

También existen casos donde se muestran en las manifestaciones imágenes que no concuerdan con lo que dicen que luchan, y los que están en contra del movimiento se apoyan en las imágenes justificando su desacuerdo con el feminismo gracias a la incoherencia del mismo. Este sería el caso de la manifestación francesa en 2019, en la que dos hombres, atados con correas, son llevados por una mujer, mientras otra les da latigazos. Un grupo de manifestantes detrás de esta escena ríe. Por lo tanto, se entiende que se está luchando por el dominio sobre los hombres, porque se cree en la superioridad de las mujeres. En el momento en el que se usan los términos “dominante” o “superior”, ya no estamos haciendo referencia a la igualdad, por lo que el objetivo feminista se pierde. Este tipo de escenas provocan que el feminismo pierda validez en los argumentos. Porque, mientras en los escritos se dice que se está luchando por la igualdad, en las manifestaciones se muestra la superioridad de la mujer.

En base a estos argumentos dados pueden surgir ciertas objeciones. Una primera objeción podría ser que porque una persona actúe tergiversando el mensaje feminista, eso no significa que el feminismo no sea claro. Estoy de acuerdo en parte con la objeción, aunque no es totalmente cierta. Si una persona promulga un falso mensaje feminista, no debe ser resguardada por quienes siguen activamente el movimiento. Basémonos en el ejemplo de la manifestación francesa, mencionado anteriormente. La escena daba a entender la creencia de la superioridad de la mujer. Si todas las mujeres que estaban atrás no se hubieran reído y hubieran mostrado claros signos de desacuerdo con lo que se estaba mostrando, el movimiento feminista no hubiera sido criticado, sino que hubiera sido criticada la mala interpretación de unas feministas sobre su movimiento. Quienes promueven mensajes inciertos deberían ser corregidos, y si sus actos han tenido una repercusión mediática, deben ser corregidos mediáticamente y no defendidos. Ningún movimiento social debe dar lugar a diferentes interpretaciones sobre sus objetivos, sobre todo si son totalmente opuestas y contrarias a lo que se busca.

Una segunda objeción podría ser que las mujeres transexuales no pueden haber sufrido el mismo machismo que las cisgénero porque durante su infancia fueron chicos. No estoy de acuerdo con esto. El movimiento feminista no es exclusivo para las mujeres, y mucho menos para un grupo reducido de estas. Excluir a las mujeres transgénero por no nacer mujeres es igual de absurdo que rechazar a las mujeres que usan sujetador o que se depilan. Porque no se esté de acuerdo con el estándar social no significa tener que ir en contra de todo lo relacionado con él. Hay que luchar para que las mujeres sean libres de decidir qué quieren hacer con su cuerpo. La decisión de no depilarse, por ejemplo, no te hará mejor seguidora de la lucha, sino que te hará igual de libre que quien ha decidido hacerlo. El feminismo no solo está dedicado a las mujeres, el machismo también ha perjudicado a los hombres. Por ejemplo, adjudicando a cada género un color o determinados juguetes. ¿Quién nunca ha escuchado “los niños juegan al fútbol, las muñecas son para las nenas”? Durante muchas décadas, la presión social sobre estos temas era muy fuerte. Sin embargo, la sociedad ha evolucionado a mejor y cada vez los niños tienen más libertad a la hora de elegir con qué juguetes jugar.

También se podría objetar que aquellos que no entienden los términos de los movimientos son personas que igualmente no iban a luchar a favor del feminismo. En mi opinión, la lucha por la igualdad no queda solo en las manifestaciones, es una lucha que se debe manifestar para quienes no entienden y se debe implantar desde casa, desde la educación. Si es entendible para todos, será más fácil de explicar y de transmitir, sin arriesgarse al error de no utilizar el término exacto adecuado.

Los más pequeños aprenden desde casa y, si desde muy pequeños ven a sus abuelos y padres con comportamientos machistas, inconscientemente esos niños tendrán comportamientos machistas, porque el proceso de aprendizaje es imitativo. Por estas mismas razones, se les debe educar desde la igualdad, para que llegue un punto en que las manifestaciones callejeras no sean necesarias, porque ya no habrá nada que manifestar.

Como última objeción, se puede pensar que aquellos que no entienden las jergas deben investigar, ya que el feminismo no está para educar. No obstante, creo que es evidente que la sociedad tiende a buscar la comodidad. Si alguien quiere saber, pero sus obligaciones (ya sean laborales o personales) no le permiten comenzar a investigar, se apartará del movimiento porque no entiende de lo que se habla. Si por medio de las redes sociales o medios de comunicación se tratan estos temas y la gente los entiende y no les cuesta asimilar los conceptos, podrá incluirse en el movimiento porque lo entiende sin necesidad de investigar. Cuanto más fácil sea para la sociedad el entendimiento de la lucha, más fácil se podrá conseguir apoyo y será menor el grupo social que no esté incluido o que no apoye al feminismo.

Cabe remarcar que no se está contraponiendo el feminismo original con el actual; ambos han sido igual de necesarios para poder conseguir todos los logros obtenidos hasta ahora. Retomemos el ejemplo de la legalización del aborto en España y Argentina. España necesitó el feminismo de su época y Argentina ha necesitado del de ésta. La única diferencia entre ambos es que ahora se están introduciendo nuevas variantes y nuevos términos en los que hay momentos que hacen que no sea tan fácil de entender o que pueda crear confusión. Aun así, no se puede considerar que antiguamente se luchaba más que ahora o que se pueda apoyar más a uno que a otro. Ambos dos son el mismo movimiento pero en dos sociedades totalmente distintas gracias a la evolución que han tenido.

En conclusión, la evolución del feminismo ha sido necesaria para conseguir ciertos objetivos, sin embargo encontramos fallos dentro de él que pueden provocar un distanciamiento social. La lucha por la igualdad de género será necesaria mientras exista la idea de que cada género tiene unos deberes y unas capacidades distintas. La idea de que las mujeres son el género débil o la de que los hombres no son los encargados de llevar las tareas del hogar y una larga lista de ideas que ha creado una sociedad antigua son ejemplos de por qué el feminismo se necesita y de por qué la sociedad no es justa. El feminismo se encarga de buscar esa igualdad que la sociedad necesita, para ser justa, para que no haya sectores desfavorecidos y para acabar con pensamientos nacidos hace siglos, pero que han permanecido cultural y socialmente a pesar de la evolución y los desarrollos actuales.

En mi opinión, el feminismo se está convirtiendo en una ideología. Karl Marx explicó que “la ideología es el pensamiento que no se piensa”, por eso mismo necesitamos un feminismo que luche pero que no se radicalice, y sobre todo, un feminismo que sea pensado. Debemos ser conscientes de aquello por lo que estamos luchando para atraer a la sociedad al movimiento. Apoyo y sigo el feminismo lo más activamente posible, pero no es mi ideología. Anteponer un movimiento social a tu moral o criterio es el error que se está cometiendo dentro del feminismo. Luchemos por la igualdad desde la conciencia y la autocrítica, porque como bien dijo Coco Chanel: “el acto más valiente sigue siendo pensar por ti mismo”.



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  • Última modificación: 2022/07/16 09:49
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