El miércoles 22 de abril, Día de la Tierra, participé como ponente invitado, con una ponencia titulada “¿Democracia sin fronteras?”, en el Congreso Internacional “Presente, pasado y futuro de la democracia”. XVI Semana de Ética y Filosofía Política, coordinado por José Luis Villacañas y celebrado en la Universidad de Murcia y en el Museo Arqueológico de Murcia, los días 20 a 23 de abril de 2009.
Mi ponencia estaba incluida en la sección III del congreso, dedicada a “El futuro de la democracia en la sociedad global: problemas, límites y transformaciones”. Los otros dos ponentes invitados en esta sección fueron Elías José Palti, de la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina) y Miguel Vatter, de la Universidad Diego Portales de Santiago de Chile (Chile).
En el texto de esta ponencia desarrollé de una forma más extensa y elaborada las ideas esbozadas en otra ponencia anterior, titulada “¿Es posible una democracia cosmopolita?”, y presentada el pasado 11 de marzo en el Congreso nacional “Globalización: Economía, Derecho y Sociedad Internacional”, celebrado también en la Universidad Murcia, los días 11, 12 y 13 de marzo de 2009, y de la que ya hablé en este mismo cuaderno de notas, el pasado mes de marzo de 2009.
Ahora, me encuentro revisando con más detalle el texto definitivo de la segunda ponencia y espero poder publicarlo próximamente.
Última actualización: abril_2009 28/04/2009 21:25
En una anotación escrita hace un año, en abril de 2008, comenté el nacimiento de la Biblioteca Digital Hispánica, que a su vez se encontraba conectada al proyecto de una Biblioteca Digital Europea, denominada EUROPEANA y hoy ya en marcha. Los enlaces a ambas bibliotecas digitales figuran permanentemente en la barra izquierda de mi web, entre otros sitios recomendados.
Ahora, quiero comentar brevemente el nacimiento de la Biblioteca Digital Mundial, que fue presentada el 22 de abril de 2009, en la sede de la UNESCO en París, por el director general de esta organización, el japonés Koichiro Matsuura, y por el impulsor del proyecto y director de la Biblioteca del Congreso estadounidense, James H. Billington. Según Billington, “una biblioteca digital mundial fomentará el diálogo intercultural y el entendimiento internacional, al tiempo que incrementará el volumen de contenido de alta calidad disponibles gratuitamente en Internet; unos documentos fundamentales, de un enorme atractivo en el plano humano que trasciende el ámbito de la política”.
Toda la humanidad tendrá a sólo un clic de ratón, de forma gratuita y en múltiples idiomas, las más diversas creaciones culturales recogidas en los fondos de las grandes bibliotecas del mundo. Una dirección electrónica permite acceder a este compendio universal en el que se reúnen documentos muy diversos: textos, manuscritos, imágenes, pinturas, grabados, partituras, planos, sonidos, fotografías y filmaciones.
Se podrá acceder a la Biblioteca Digital Mundial en siete idiomas: inglés, árabe, chino, español, francés, portugués y ruso. En breve, incorporará documentos en muchos otros idiomas y ofrecerá enormes posibilidades a los curiosos e investigadores de todo el mundo, pues muchos de estos documentos sólo estaban a disposición de unas pocas élites académicas y científicas, como las reproducciones de las más antiguas caligrafías china, árabe o persa.
Han pasado apenas cuatro años desde el lanzamiento de la iniciativa por parte de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, hasta ahora la más importante del mundo. De momento, se han sumado Arabia Saudí, Brasil, China, Egipto, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Irak, Israel, Japón, Marruecos, México, Qatar, Rusia, Suecia, Uganda, etc., en un proceso dinámico y permanentemente abierto. El lanzamiento de la BDM marca también el inicio de una campaña de movilización para tratar de que a finales de 2009 sean 60 los países asociados al proyecto.
La UNESCO, que siempre ha considerado a las bibliotecas como la continuación de la escuela, ya había resucitado el sueño de la antigua Biblioteca de Alejandría construyendo una nueva gran biblioteca convencional en la ciudad egipcia. Ahora no será necesario trasladarse a Egipto para consultar cualquier obra, gracias a la gran “escuela global” que se pone en marcha con la BDM (WDL, en inglés). “La escuela prepara a la gente para ir a las bibliotecas, y hoy las bibliotecas se vuelven digitales”, resume Abdelaziz Abid, coordinador del ambicioso proyecto en el que una treintena de grandes instituciones internacionales han colaborado con la UNESCO.
El funcionamiento de la BDM es muy sencillo. La portada de la web es un mapamundi dividido en grandes áreas geográficas. Bajo el mapa, una línea del tiempo (que va del año 8.000 a.C. a la actualidad), permite al usuario determinar la época del documento que está buscando. Además, con una barra de clasificación por lugares, épocas, temática, formato e institución, se facilita la búsqueda de documentos concretos.
Una vez localizado el archivo, que también se puede buscar directamente insertando el nombre en la barra de búsqueda, la BDM te ofrece una breve descripción del documento acompañada de una ficha técnica completa. En el caso de los contenidos multimedia, también se pueden reproducir. La alta resolución de los documentos convierte a la BDM en una herramienta excepcional, pues permite una excelente visión de los documentos digitalizados. Todos los archivos se pueden descargar.
Este es un ejemplo más de que es posible otra forma de globalización. Me parece muy importante que los distintos pueblos de la Tierra comencemos a compartir y a hacer accesible a cualquier persona de cualquier lugar del planeta nuestras diversas tradiciones históricas y culturales, gracias a esta gran Biblioteca Digital Mundial. Sería igualmente deseable que pudiéramos compartir también nuestras expectativas y proyectos de futuro, es decir, que pudiéramos acordar entre todos cómo queremos convivir en este pequeño planeta.
Última actualización: abril_2009 28/04/2009 21:18
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