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norMas generales de redacción
8.4 Rótulos y formularios
Las consideraciones relacionadas con la “invisibilidad social” de la mujer caen fuera de nuestro tema de la ortografía . Ello no impide alertar de la im- precisión de muchas palabras, que está a caballo entre la realidad y la lengua . Nos referimos al rótulo que está en el exterior de muchos despachos: «Sr . Director», «Sr . Decano»; dicho rótulo no se modifica cuando dentro trabaja una “directora” o “una decana” . Parecería más coherente con la realidad o bien cambiar el rótulo según fuese varón o hembra quien ocupara el despa- cho, o bien poner un rótulo estable que abarcase los dos sexos: «Dirección»,
«Decanato» . Parecida modificación convendría hacer en los formularios de solicitudes, certificados, instancias, etc . No habría que dejar, por defecto, la expresión el interesado, ni siquiera la fórmula D./D.a, etc ., sino escribir en cada caso lo que corresponda: La alumna D.a, o bien El alumno D.
Hay muchas más cuestiones de interés social, incluso lingüístico, sobre todo por la imprecisión de muchos términos, pero, por lo que se refiere a la ortografía, basta con las consideraciones apuntadas . Es verdad que la invisibilidad de la mujer hay que transformarla en visibilidad, y ello en todos los terrenos: social, político, profesional, laboral, etc . La auténtica discriminación de la mujer radica no en la utilización del masculino biva- lente, sino en ámbitos que no están relacionados directamente con el uso de la lengua española .
9 ¿Dos palabras o una?
La elección entre escribir determinadas unidades léxicas en una sola palabra o en dos palabras se presenta con frecuencia . En la duda se reco- mienda simplificar, y esa es la tendencia que cada vez va a ir afectando a más palabras .
9.1 Unión y desunión
Muchas secuencias de más de una palabra están asentadas como una sola palabra: aguardiente, bajamar, correveidile, hazmerreír, maleducado, metomentodo, milhoja, sabelotodo, sordomudo, tiovivo, vaivén...
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