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norMas generales de redacción
plural cuando designa a personas y se pone en su terminación de género masculino puede ser o un conjunto de varones o un conjunto de varones y hembras, según sea el contexto . Por tanto, no es incorrecto escribir «es- timados amigos» en un documento que vaya dirigido a varones y a hem- bras; escribir «estimados amigos» y «estimadas amigas» tampoco sería incorrecto .
El desdoblamiento de las terminaciones no es necesario desde el punto de vista lingüístico . En los sustantivos que se refieren a seres animados se da la posibilidad de usar el masculino para designar al grupo, o sea, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: «Todos los veci- nos mayores de edad deberían asistir» . La mención explícita del femenino tiene fundamento si la distinción de sexos es significativa en un contexto determinado: «En Geografía las calificaciones de los niños son similares a las de las niñas» . El desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina se desvía de uno de los principios ele- mentales del lenguaje, que es el de la economía del lenguaje, o sea, el de la simplificación de los recursos; tal desdoblamiento tiene que ver más con situaciones sociales que con necesidades de comunicación . Tales re- peticiones producen dificultades de concordancia y entorpecen innecesa- riamente la redacción y lectura de los textos: queridos amigos y queridas amigas, apreciados alumnos y apreciadas alumnas, contentos y contentas, satisfechos y satisfechas, aburridos y aburridas, etc . Así, los alumnos, por ejemplo, es la forma de referirse a un grupo mixto de mujeres y hombres que está más conforme con la gramática del español .
El empleo de la terminación del masculino para designar a hombres y mujeres (queridos amigos) no va ni contra la gramática del español ni contra la comunicación . No va contra la gramática porque el género masculino es el género no marcado, es decir, el bivalente por defecto . Ni va contra la comunicación pues todos entendemos que los destinatarios, en esos casos, son hombres y mujeres: la doble mención es innecesaria y molesta . Quienes prefieren duplicar la fórmula (ciudadanos y ciudadanas) manifiestan así su deseo de igualdad entre los sexos; pero quienes prefieren no duplicarla tie- nen ese mismo deseo, aunque no creen conveniente acudir a este mecanis- mo que consideran innecesario desde el punto de vista comunicativo .
Algunas veces, para no hacer la doble mención ni utilizar solo el mas- culino, se recurre a una palabra de sentido colectivo: alumnado en lugar
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