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PREÁMBULO SOBRE LA ORTOGRAFÍA
La ortografía elemental es bastante fácil: cualquier persona culta la conoce y la practica bien; pero la ortografía avanzada es más difícil . Sería un osado quien asegurara que domina la ortografía: podremos conocer muchos aspectos, pero es casi seguro que hay aspectos que no dominamos .
Las fuentes de la ortografía total —o sea, no solo la básica— son cuatro: tres formales y una informal . Las tres fuentes formales son la Real Aca- demia Española (RAE), los tratadistas teóricos y la práctica de los buenos escritores; la fuente informal es la praxis de los hispanohablantes, o sea, la norma lingüística . Las tres fuentes formales se alimentan mutuamente . Contemplando las cosas desde una perspectiva corta, inmediata, tal vez no apreciemos la fuente informal, pero si las contemplamos desde una perspectiva de largo plazo, observamos que el uso real que los hablantes hacen de la lengua es el factor determinante para que las fuentes formales modifiquen sus propuestas en algunos aspectos .
Al mencionar «la práctica de los buenos escritores» hay que hacer una salvedad . Es verdad que los buenos escritores (¿todos?) son un buen ejem- plo de riqueza léxica, de puntuación debida, de oraciones matizadas, etc .; pero, según sea la época en que escribiera cada uno, quizá no estarían vigentes algunas convenciones relativas a letras y tildes, principalmente, que hoy sí lo están . Así, escribir guion en lugar de *guión, solo en lugar de *sólo, estos en lugar de *éstos... no estaría en vigor . Y podríamos poner otros ejemplos más llamativos según que se trate de escritores del siglo XVii, del XiX, etc .
En las cuestiones de tipografía técnica se cuenta principalmente con la tradición de los tipógrafos, cuyos conocimientos han servido para que los
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