Si no queremos recurrir al asistente podemos cancelarlo al iniciar y utilizar un procedimiento rápido. Para ello tendremos que abrir una ventana del explorador y arrastrar el archivo que queremos convertir hasta cualquier punto de la ventana de Real Producer. El programa se encargará de adjudicar los parámetros básicos, aunque luego tendremos que especificar la tasa de transferencia, y las informaciones descriptivas ya que se habrán mantenido las utilizadas en la última ocasión.
Ahora bien, ¿cómo consigo insertar el clip de audio en una página?
El programa brinda la posibilidad de crear automáticamente una página WEB para que podamos publicar el contenido que hemos creado en Internet. Para hacerlo volveremos a acudir al menú Tools / Create WEB page con lo que se iniciará un nuevo asistente en el que lo primero que habrá que hacer será seleccionar el “clip” que queremos incluir en la página.
Una vez elegido el archivo nos preguntará si queremos que el reproductor se lance en una ventana diferente o bien preferimos que esté incluido en la página.
Si elegimos la opción de que el reproductor se incluya en la página podremos optar entre varias presentaciones diferentes, así como la posibilidad de que el fragmento empiece a reproducirse de forma automática.
En las dos pantallas siguientes nos preguntará por un título descriptivo que pueda acompañar al clip y por el nombre de la página y la ubicación en la que se guardará.
Tras contestar a estas cuestiones llegamos a una ventana resumen en
la que podemos acceder a una vista previa de la página que estamos
creando.
Hasta el momento hemos estado realizando las prácticas con un archivo pregrabado, pero Real Producer permite también que la grabación se realice directamente
Bastará con que, en la primera pantalla del asistente, seleccionemos la opción Record from Media Device como fuente de entrada, en nuestro caso el micrófono.
A continuación habrá que especificar si queremos capturar el audio, el vídeo o ambos componentes.
Lógicamente, para poder capturar vídeo tendremos que contar con algún dispositivo de entrada de vídeo.
El resto de los pasos serán idénticos a los que ya conocemos.
Si la posibilidad de difundir fragmentos de audio resulta atractiva sería ideal poder disponer de fragmentos de vídeo que ayudaran a situar el contexto de las intervenciones habladas.
Aunque la posibilidad es muy atractiva habrá que llegar a un compromiso entre la calidad de las imágenes y el tamaño que consideramos adecuado para no ralentizar en exceso la carga de la página. Al igual que sucedía con el audio el tamaño del archivo será directamente proporcional a la calidad con la que pretendemos transmitirlo. Si nuestros visitantes van a acceder a través de una conexión muy rápida podremos codificar el archivo con una menor pérdida de calidad.
De todas maneras es importante señalar que las tasas de compresión cuando se trata de fragmentos de vídeo sí que llegan a ser espectaculares con respecto al tamaño que tendría el archivo grabado en formato AVI.
El proceso por el que nos va llevando el asistente es muy similar
al de audio, aunque incorpora alguna pantalla suplementaria para que especifiquemos
el tipo de imagen que utilizaremos como fuente.