Pobre discípulo el que no deja atrás a su maestro.

Saber es recordar.

El sabio no dice nunca todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.

Solamente haciendo el bien se puede realmente ser feliz.

Todo acto forzoso se vuelve desagradable.

Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta.

Nunca se alcanza la verdad total, ni nunca se está totalmente alejado de ella.

Piensa como piensan los sabios, mas habla como habla la gente sencilla.

Los discursos inspiran menos confianza que las acciones.

Los grandes conocimientos engendran las grandes dudas.

Los que obran bien son los únicos que pueden aspirar en la vida a la felicidad.

Los sabios tienen las mismas ventajas sobre los ignorantes que los vivos sobre los muertos.

La riqueza consiste mucho más en el disfrute que en la posesión.

Es absolutamente imposible demostrarlo todo.

El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.

Cometer una injusticia es peor que sufrirla.

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  • Última modificación: 2008/02/24 01:23
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