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mente aquello que queremos decir . Si para no perder contacto con el lector hemos de encontrar el tono, para no perder contacto con el léxico, para que las palabras no nos abandonen o nos traicionen, para que la palabra exacta acuda a nuestra mente, lo importante es no perder de vista la idea o la realidad de que estamos hablando . Pensar en lo que de- cimos es el camino más corto para decir efectivamente lo que pensamos .
2.3 Organizar
Las indicaciones sobre la organización del contenido, desde la perspec- tiva común a todo escrito, han de ser muy genéricas . El título ha de ser acertado y sugerente, ha de crear cierta actitud de expectación y enunciar con claridad el tema . La introducción deberá perseguir estos objetivos:
1 .o Explicar el título y los términos que se usarán .
2 .o Plantear el tema de forma clara y atrayente de modo que, inmedia- tamente después de comenzada la lectura, el lector sepa cuáles van a ser la líneas generales y la intención del autor .
3 .o Conseguir, de entrada, la atención del lector y, en cierto modo, ga- rantizarla .
En el guion general se puede seguir, adaptándolas a cada caso, las si- guientes recomendaciones:
1 .o Planteamiento de la cuestión . El hecho es el protagonista: datos, es- tadísticas . Pruebas concretas si se trata de un hecho controvertido . No se podría pasar al punto segundo sin obtener asentimiento res- pecto de la realidad del primero .
2 .o Análisis de las causas que pueden explicar el hecho o problema que sea; enumeración exhaustiva de las principales .
3 .o Soluciones o sugerencias a la vista del análisis realizado en el punto segundo .
4 .o Conclusión o consecuencias principales que pueden extraerse de todo lo expuesto .
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