Diciembre de 2011
Diderot y la barbarie de los pueblos civilizados
Acabo de leer una obra poco conocida de Denis Diderot: Tratado de la barbarie de los pueblos civilizados (presentación de Gonzalo Pontón, traducción de Palmira Feixas, Barcelona, Pasado y Presente, 2011).
La obra ha sido publicada por la editorial Pasado y Presente, recientemente creada por el veterano editor Gonzalo Pontón (Barcelona, 1944). Este editor fundó en 1976, un año después de la muerte de Franco, la editorial Crítica, y la dirigió durante 33 años, haciendo de ella una de las editoriales independientes con más prestigio, sobre todo en el campo del ensayo. Pero, en 2009, el poderoso grupo Planeta compró esta pequeña editorial, jubiló a su fundador, coincidiendo con sus 65 años, y le exigió por contrato que no trabajase en el campo de la edición durante los dos años siguientes. Una vez acabado ese plazo, Gonzalo Pontón ha creado la editorial Pasado y Presente, y en pocos meses ha lanzado importantes trabajos de Noam Chomsky (La era Obama), Tariq Ali y Oliver Stone (La historia oculta de los Estados Unidos), Alessandro Barbero (Lepanto), Josep Fontana (Por el bien del imperio. Una historia del mundo desde 1945) y Denis Diderot (Tratado de la barbarie de los pueblos civilizados). No está nada mal para empezar.
Pues bien, el libro de Diderot incluye una presentación del propio Gonzalo Pontón, en la que nos explica el origen de esta obra. Resulta que en 1770 se publicó en Ámsterdam, en francés, un libro titulado Histoire philosophique et politique des établissements et du commerce des Européens dans les deux Indes. Aunque el libro no llevaba nombre de autor, en París se sabía que el responsable de la obra era un periodista y antiguo jesuita: el abbé Guillaume-Thomas Raynal. El libro tuvo una segunda edición en La Haya (1774) y una tercera en Ginebra (1780), y en esta última Raynal asumía por fin la autoría. En Francia se prohibió la venta del libro, se ordenó quemarlo en público y se mandó detener al abate, que huyó a la Prusia de Federico II y luego a la Rusia de Catalina II, ambos conocidos por ser monarcas “ilustrados” y protectores de los filósofos.
El libro comenzó a ser conocido como Historia de las dos Indias. En su edición de 1780 tenía más de tres mil páginas, divididas en cuatro volúmenes. Era una obra enciclopédica que pretendía reunir todos los conocimientos y opiniones de los europeos sobre la geografía y la historia de las dos Indias (Asia y América). A pesar de su extensión -y de su prohibición-, tuvo tal éxito que en apenas veinte años conoció una veintena de ediciones legales y otras tantas piratas.
El éxito del libro se debía al hecho de que combinaba dos ingredientes que eran muy del gusto de los lectores ilustrados de la época: por un lado, tenía el atractivo de las crónicas de viajes, en las que se hablaba de países lejanos y de pueblos exóticos; por otro lado, tenía el carácter provocativo del panfleto político, en el que se cuestionaba la legitimidad de los Estados europeos y de los clérigos cristianos para conquistar, colonizar, catequizar y esclavizar a los pueblos “bárbaros” de las dos Indias.
Pero había una tercera razón que explicaba el éxito de la obra. Y es que, en realidad, no había sido escrita por Raynal, sino por algunos de los philosophes más destacados de la época. Raynal había actuado como encubridor de los demás coautores y como “coordinador” de sus textos, pero a cambio no vaciló en hacer cuanto le vino en gana: cortarlos, modificarlos y entremezclarlos con textos de su propia cosecha.
No obstante, desde el primer momento se sospechó que uno de los coautores había sido Denis Diderot, el célebre co-director (junto con Jean D’Alembert) de la Enciclopedia. Pero esto no pudo confirmarse hasta mediados del siglo XX, cuando se descubrió el legado documental de su hija. En 1951, Herbert Dieckmann editó el Inventaire du fonds Vandeul, et inédits de Diderot, y posteriormente varios artículos especializados en los que fue identificando las intervenciones de Diderot en la Historia de las dos Indias. A partir de 1975, Dieckmann será uno de los coeditores de las Oeuvres complètes de Diderot. Pues bien, de las tres mil páginas de la Historia de las dos Indias, unas setecientas se debían a la pluma de Diderot, y además eran los textos literariamente más brillantes y políticamente más radicales, lo cual explica en gran medida el éxito del que gozó esta obra en la Francia de finales del siglo XVIII.
La edición española, siguiendo el criterio de la edición francesa de Laurent Versini (Denis Diderot, Oeuvres, III: Politique, Robert Laffont, Paris, 1995), recoge solo un extracto de todos esos escritos de Diderot, hasta ahora casi desconocidos e inéditos en lengua española. En cuanto al título, se trata de una expresión del propio Diderot, quien en la p. 186 evoca la figura de “aquel de nuestros filósofos que escriba el inmenso tratado de la barbarie de los pueblos civilizados”.
Como una pequeña muestra de lo que se cuenta en el libro, voy a transcribir el discurso que Logan, jefe de una tribu shawnee que habitaba en la región de Virginia, dirige en 1774 al gobernador inglés John Murray Dunmore. Buscando por Internet algún dato más sobre este jefe shawnee, he sabido que su discurso se hizo muy célebre en la época y fue conocido como “El lamento de Logan”:
“Hoy os pregunto, hombres blancos, si cuando os atenazaba el hambre, entrastesis alguna vez en la cabaña de Logan sin que este os diera de comer; si cuando llegasteis o desnudos o ateridos de frío, Logan no os dio algo con que cubriros. En el transcurso de la última guerra, tan larga y sangrienta, Logan permaneció sobre su manta, imperturbable, deseoso de ejercer de abogado de la paz. Sí, era tal mi apego por los blancos que incluso los miembros de mi nación, cuando pasaban junto a mí, me señalaban con el dedo y decían: “Logan es amigo de los blancos”. Incluso había pensado en ir a vivir con vosotros, pero eso fue antes de la ofensa que me ha hecho uno de vosotros. La última primavera, el coronel Cressop, a sangre fría y sin razón alguna, aniquiló a todos los parientes de Logan, incluso a su mujer y sus hijos. Ni una sola gota de mi sangre fluye ya por las venas de ninguna criatura humana. Esto es lo que ha incitado mi venganza. La he buscado. He matado a muchos de los vuestros. Mi odio se ha apaciguado. Me alegro al ver brillar los rayos de la paz en mi país, pero no creáis que mi alegría es fruto del miedo. Logan jamás teme nada. No se escabullirá para salvar la vida. ¿Quién queda para llorar a Logan una vez que haya muerto? Nadie.” (pp. 106-107).
Última actualización: diciembre_2011 08/12/2011 21:31
Foucault político, Foucault desconocido
Voy a comentar dos libros recientes sobre Michel Foucault (1926-1984). El primero es una monografía de José Luis Moreno Pestaña sobre el “Foucault político”, es decir, sobre la evolución intelectual, el compromiso ético y las cambiantes posiciones políticas de Foucault. El segundo es un volumen colectivo sobre el “Foucault desconocido”, coordinado por Rodrigo Castro Orellana y Joaquin Fortanet Fernández, y en el que se recogen doce trabajos sobre aspectos muy diversos de la obra de Foucault.
Tanto en España como en Francia, José Luis Moreno Pestaña, profesor de Filosofía en la Universidad de Cádiz, es conocido como uno de los mayores expertos en la obra de Michel Foucault.
Es conocido, además, por sus estudios en otros tres campos de investigación: 1) la epistemología de las ciencias sociales (veáse su artículo sobre Jean-Claude Passeron, del que además ha traducido El razonamiento sociológico. El trabajo comparativo de las pruebas históricas, Madrid, Siglo XXI, 2011); 2) la sociología de la filosofía española (véase, entre otras publicaciones, su libro Filosofía y Sociología en Jesús Ibáñez. Genealogía de un pensador crítico, Madrid, Siglo XXI, 2008); 3) y la sociología de la enfermedad mental (véase, sobre todo, Moral corporal, trastornos alimentarios y clase social, Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas, 2010).
Tras realizar su tesis sobre Foucault, José Luis Moreno comenzó a estudiar la obra del sociólogo francés Pierre Bourdieu y entró en contacto con algunos miembros de su escuela en el Centre de Sociologie Européenne, perteneciente a la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) de París. Esto le llevó a reescribir su tesis, adoptando la metodología sociológica elaborada por Bourdieu para el estudio de los campos culturales, y el resultado fue un magnífico libro, editado simultáneamente en Francia y en España, en el que analiza la “sociogénesis” de Foucault como un filósofo mundialmente reconocido: Convirtiéndose en Foucault. Sociogénesis de un filósofo (Barcelona, Montesinos, 2006).
El año pasado, Moreno Pestaña publicó en Francia un nuevo libro sobre Foucault (Foucault, la gauche et la politique, Paris, Textuel, 2010), en el que hacía una reconstrucción muy rigurosa de la trayectoria biográfica e intelectual y, sobre todo, de las complejas y cambiantes posiciones políticas del gran filósofo francés. A pesar de que el autor insiste en esta complejidad y en estos cambios de posición, y evita caer en el simplismo de atribuir a Foucault una u otra adscripción partidaria, la edición francesa de su libro suscitó una cierta polémica, puesto que algunos comentaristas lo malinterpretaron como si se tratase de un injustificado ataque personal hacia Foucault. ¿Por qué? Por el simple hecho de que Moreno Pestaña señala la proximidad de Foucault al gaullismo en la primera mitad de los sesenta y su simpatía por algunas ideas del neoliberalismo en la segunda mitad de los setenta.
Pues bien, este año ha aparecido la versión española del libro: Foucault y la política, Madrid, Tierradenadie, 2011. En realidad, se trata de una nueva edición, que amplía considerablemente la edición francesa y además recoge la respuesta del autor a algunos de sus críticos franceses. O, más bien, habría que decir que la edición francesa era una versión abreviada de la edición española. El libro fue presentado públicamente el pasado 24 de noviembre en el local de Traficantes de sueños, en un acto que contó con la participación del autor y de los profesores Jacobo Muñoz (Catedrático de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid), Luis Enrique Alonso (Catedrático de Sociología en la Universidad Autónoma de Madrid) y Andrés de Francisco (Profesor de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid).
Transcribo a continuación el último párrafo del libro de Moreno Pestaña, porque es un buen resumen del mismo y una excelente caracterización de la trayectoria intelectual, ética y política de Michel Foucault:
“Éticamente, lo hemos mostrado, Foucault no cambió mucho: toda su vida fue interpelado por una concepción de la verdad como autenticidad radical. Políticamente, sí: seguramente por razones de supervivencia intelectual (y conseguir un cierto status puede ser una condición de los propios proyectos intelectuales y, por tanto, un valor moral), pero también porque esa actitud ética permite diversas declinaciones políticas. Foucault se divertía recordando cuántas etiquetas y tan distintas se le habían colgado: desde marxista a neoliberal, pasando por tecnócrata gaullista, nihilista, anarquista o antimarxista. “Ninguna de estas caracterizaciones es en sí misma importante: su conjunto, por el contrario, tiene sentido” (Dits et écrits, IV, 1984, p. 593). Efectivamente, Foucault ocupó muchas máscaras políticas y su pensamiento, cuando tenía traducción política, se coordinó con diversas posiciones. ¿Quiere decir esto que hay un Foucault para todos? No. Hay posiciones imposibles de encontrar en Foucault: además de las aberraciones políticas (fascismo o estalinismo), Foucault no fue socialdemócrata estatista ni liberal radical. Fue sucesivamente comunista, gaullista (o eso parece), izquierdista y socialista liberal (la tercerá vía de Blair y Clinton, parece lo más próximo de su ideario político final). Fuese lo que fuese, sin embargo, Foucault amplió los horizontes del pensamiento político. Es difícil que cualquier posición política de izquierda se pueda construir exclusivamente con él. Contra él u olvidándolo se condena a la inepcia. Foucault elevó nuestro nivel político ampliando nuestro conocimiento sobre cómo funciona el poder y ayudando, por consiguiente, a pensar y a practicar mejor la libertad posible.” (pp. 119-120).
El segundo libro que quiero comentar, como ya he anunciado al principio, es un volumen colectivo sobre el “Foucault desconocido”, coordinado por dos profesores universitarios de Filosofía: Rodrigo Castro Orellana, profesor en la Universidad Complutense de Madrid, y Joaquin Fortanet Fernández, profesor en la Universidad de Zaragoza: Foucault desconocido, Murcia, Universidad de Murcia, 2011.
La idea de confeccionar este volumen partió de sus coordinadores, que se pusieron en contacto con investigadores de diversos países iberoamericanos (y, entre ellos, conmigo), y nos propusieron explorar aspectos más o menos “desconocidos” de la obra de Michel Foucault.
El resultado es un enjundioso libro de 382 páginas, con aportaciones muy variadas y muy originales, en las que se analizan algunos de los ángulos de la polifacética obra foucaultiana: sus reflexiones sobre la literatura y sobre la pintura modernas, su edición de la antropología kantiana, su relación con la filosofía analítica, su reconstrucción histórica de las diferentes formas de gubernamentalidad (pastoral, absolutista, liberal, etc.), su cambiante trayectoria política (comunismo, gaullismo, izquierdismo radical, socialismo liberal) y su retorno final al pensamiento clásico griego (y en particular a Sócrates y a los cínicos).
Reproduzco a continuación el índice de la obra:
Prólogo desconocido
Ángel Gabilondo (Universidad Autónoma de Madrid, España)
L’éclair des orages posibles…
Miguel Morey (Universidad de Barcelona, España)
Foucault como filósofo analítico
Francisco Vázquez García (Universidad de Cádiz, España)
Del otro lado del espejo. A partir de la antropología kantiana
Joaquín Fortanet (Universidad de Zaragoza, España)
Foucault y las conferencias en Brasil
Heliana Conde Rodrigues (Universidad del Estado de Río de Janeiro, Brasil) y Luzia Margareth Rago (Universidad Estadual de Campinas, Brasil)
Las palabras y las imágenes: Una arqueología de la pintura en Foucault
Rodrigo Castro Orellana (Universidad Complutense de Madrid, España)
Foucault en la encrucijada biopolítica del 68
Germán Cano (Universidad de Alcalá de Henares, España)
Política y filosofía en Michel Foucault
José Luis Moreno Pestaña (Universidad de Cádiz, España)
Del gobierno del alma al gobierno del mundo: El nacimiento de la Compañía de Jesús
Antonio Campillo (Universidad de Murcia, España)
De furia y cautela
Jorge Dávila (Universidad de Los Andes, Venezuela)
La vuelta de Sócrates
Tomás Abraham (Universidad de Buenos Aires, Argentina)
Michel Foucault y la República Cínica
Pablo Lópiz Cantó (Universidad de Zaragoza, España)
El artículo de Francisco Vázquez García pone de manifiesto, en contra de los tópicos habituales sobre el “irracionalismo” de Foucault, las afinidades y los intercambios intelectuales que mantuvo con algunos representantes de la filosofía analítica.
El artículo de José Luis Moreno es una versión del segundo capítulo de su libro Foucault y la política, que acabo de comentar aquí.
Mi artículo es una ponencia presentada el 13 de marzo de 2005 en un seminario internacional titulado Ignacio de Loyola y Baltasar Gracián, que se celebró en Úbeda (Jaén). Fue publicado en la revista electrónica Eikasía. Revista de Filosofía, año V, 37, marzo 2011, y ha sido reeditado ahora en este libro colectivo.
P.D. El lunes 12 de diciembre, a las 8 de la tarde, se hizo una presentación pública del libro Foucault desconocido, en la librería Antígona de Zaragoza. En la presentación intervinimos cuatro de los autores del libro: Joaquín Fortanet (co-editor), Miguel Morey, Pablo Lópiz y yo.
Última actualización: diciembre_2011 13/12/2011 01:26
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