Septiembre de 2021

Sí, hoy me jubilo como profesor universitario. Hoy concluye una larga etapa de mi vida. En la universidad española, el profesorado se jubila forzosamente a los 70 años (e incluso más tarde, en el caso de los eméritos), pero yo he decidido hacerlo de manera anticipada, tras cumplir 65 años de edad, 42 como profesor de la Universidad de Murcia y más de 25 en diversos cargos de responsabilidad: secretario y director de mi Departamento, decano de mi Facultad y director de la revista Daimon. Como decano, tuve que lidiar con el llamado «proceso de Bolonia» y me ocupé de poner en marcha el Grado, el Máster interuniversitario y el Doctorado interuniversitario en Filosofía.

También he participado en numerosas iniciativas universitarias promovidas por otros colegas, como el Centro de Estudios Europeos (creado por Klaus Schriewer), la Cátedra de Derechos Humanos y Derechos de la Naturaleza (dirigida por Teresa Vicente) o el Centro de Estudios en Humanidades Ambientales (un nuevo proyecto de Juan Manuel Zaragoza).

Más allá de la universidad, puse en marcha -junto con otros compañeros y compañeras, claro está- varias asociaciones y federaciones filosóficas: la Sociedad de Filosofía de la Región de Murcia, la Red española de Filosofía, la Red Iberoamericana de Filosofía y el Laboratorio Filosófico sobre la Pandemia y el Antropoceno. Paralelamente, he dedicado una parte de mi tiempo al activismo cívico, sobre todo en el Foro Ciudadano de la Región de Murcia.

He procurado compatibilizar todas esas actividades con las dos tareas propias de mi oficio: la enseñanza y la escritura. He disfrutado y he aprendido mucho dando clase a varias generaciones de estudiantes y dirigiendo sus trabajos, TFGs, TFMs y tesis doctorales. Varios de ellos son ahora buenos amigos, y algunos se han convertido en profesores. Hay pocas cosas tan difíciles y tan satisfactorias como la transmisión del pensamiento y la amistad entre las generaciones.

En cuanto a la escritura, ha sido y sigue siendo uno de los mayores placeres de mi vida. Por un lado, me ayuda a reflexionar con más claridad sobre los acontecimientos del mundo, sobre las muchas lecturas que me van nutriendo y sobre mi propia experiencia vivida. Por otro lado, me permite compartir y debatir con los demás todas esas reflexiones. De todo cuanto he escrito, en los últimos cuarenta años he publicado una quincena de libros y casi un centenar de artículos. De todos ellos, creo que Variaciones de la vida humana ha sido mi obra más lograda.

Me jubilo como profesor, pero no me retiro del mundo. Para el Estado, pasaré a formar parte de las «clases pasivas», pero yo espero seguir tan activo como siempre. Solo que ahora trabajaré a mi aire, de manera más libre y autónoma. De hecho, me jubilo anticipadamente para dedicarme a las tareas que más me interesan en este momento: estudiar, escribir, terminar un libro que tengo pendiente desde hace mucho tiempo, participar en iniciativas colectivas como el Laboratorio, disfrutar de la naturaleza y dedicar más tiempo a mi familia y a mis amigos.

Así que, amigas y amigos, seguiremos encontrándonos en el camino.

Última actualización: septiembre_2021 2021/09/30 18:23

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